En febrero de 2013 un asteroide de 19 metros de diámetro sobrevoló los cielos de Rusia y no llegó impactar contra la Tierra exactamente, pero sí estalló sobre la ciudad de Chelyabinsk. La onda de choque de la explosión en el aire hizo que la mayoría de los vidrios de ventanas y vidrieras estallaran causando más de 1.500 heridos.
Este evento, afortunadamente sin víctimas fatales, sirvió para recordarle al mundo que la Tierra es continuamente blanco de asteroides pequeños y medianos, y que en cualquier momento podría ser alcanzado por uno devastador, como el que impactó sobre Siberia a principios del siglo XX, o apocalíptico, como el que acabó con los dinosaurios y provocó la última gran extinción de especies hace 65 millones de años.
¿Qué haría la humanidad si un asteroide fuera a impactar contra la tierra?
Aunque la mayoría de los astrónomos no cree que estemos en peligro de ser impactados en los próximos 50 años por un asteroide similar al que acabó con los dinosaurios (de 9,5 km de diámetro), no descartan del todo la posibilidad de una desagradable sorpresa. En 2004 se detectó un asteroide de 274 metros de ancho, Apofis, en curso hacia la Tierra y se estimó un posible impacto en 2029, pero cálculos posteriores indicaron que pasaría a más de 80.000 kilómetros, lo que no es mucha distancia en términos astronómicos.
Desde hace varios años la Agencia Espacial Europea realiza actividades de seguimiento y evaluación a través de una oficina de observación de actividades de objetos cercanos a la Tierra, y ha hecho simulaciones de impacto con el objeto de establecer un protocolo de actividades de llegar a presentarse la amenaza de un impacto extraterrestre.
Los pasos de este protocolo incluyen seguimiento, detección temprana de la amenaza, descripción precisa del objeto (tamaño, composición, velocidad, etc.), determinación de fecha y hora de impacto y ubicación precisa del lugar donde chocará contra la Tierra. Contar con esta información permitiría a los gobiernos y a los entes internacionales adoptar medidas adecuadas tanto para evitar el impacto, si es posible, como para establecer planes de contingencia (evacuación, atención médica y humanitaria, etc.).
Claro que si el asteroide es de 10 kilómetros o más, la única medida a tomar sería poner las cosas en orden con el mundo y los dioses, y cerrar los ojos, como en la extraordinaria película Melancolía, del danés Lars von Trier…
¿O no? Desde los años 90 del siglo pasado, en organismos como la NASA se evalúan alternativas para destruir o desviar de su curso cualquier objeto de gran tamaño que amenace con impactar la Tierra. Las opciones incluyen el uso de misiles nucleares (destrucción del asteroide, como en las películas Armagedón e Impacto profundo); de un poderoso rayo láser (disparos desde la Tierra y desde naves espaciales para hacerlo liberar gases y provocar su desvío); la tracción gravitacional (una nave que aprovechando la fuerza de la gravedad cambie el rumbo del objeto); y hasta el aterrizaje y la instalación de velas solares para cambiar su curso.
Pero ninguno de estos planes funcionará si la amenaza no es detectada con suficiente antelación. Desde 1998, cumpliendo órdenes del congreso estadounidense, la NASA ha destinado recursos para detectar y seguir los asteroides y cometas del sistema solar que puedan constituir una amenaza; para ello cuenta con la red global de observatorios astronómicos terrestres y algo del tiempo de algunos de los telescopios espaciales. Esta actividad requiere de personal y recursos financieros y tecnológicos que no siempre los gobiernos están dispuestos a dar. Se trata de una amenaza demasiado abstracta, aunque presente, y de un tipo de ciencia espacial que genera pocas ganancias desde el punto de vista político…
Se calcula que hay más de 10 millones de asteroides y cometas de diversos tamaños en el sistema solar exterior con los que en algún momento podríamos cruzarnos.
Debería ser una prioridad tener en la mira a aquellos que puedan hacernos daño. Hace 65 millones de años los dinosaurios no hubieran podido hacer nada para cambiar su destino, nosotros sí.
¿Y tú? Crees que en algún momento veremos a un asteroide impactar contra la Tierra. ¿Será nuestro fin? Sigue en nuestra página con el artículo Teorías sobre el fin del mundo.