La vida de la autora de Frankenstein, Mary Shelley, marcada por tragedias y crónicas estrafalarias, sobrepasó a su escalofriante obra maestra. Sufrió la miseria, la muerte de sus hijos, el rechazo de su familia por enamorarse y huir con quien no aprobaban, la desdicha por los amoríos y desaires de su esposo Percy Bysshe Shelley, y aunque le sobraban razones para aborrecerlo, fue su trágica muerte el último suceso que la trastocó. Lo amaba profundamente.
Mary, para preservar la memoria de su dulce tormento, llevó consigo una parte de él que para los cánones del siglo XXI resulta espeluznante. Pero, ¿qué conservó y resguardó la autora de Frankenstein como un preciado tesoro hasta el final de sus días?
¿Sabes qué llevó consigo durante años la autora de Frankenstein? Nada recomendable…
El duelo no toma una forma única. Es por la complejidad del ser, que cada cual lo experimenta de diferentes maneras. Lo que sí tenemos todos en común es que cuando fallece alguien que amamos, queremos mantener su imagen viva con fotografías o detalles que rememoren lo que fue. Pero la escritora británica Mary Shelley dejó los convencionalismos debajo del tapete y se quedó con algo más que un bien material cuando su esposo Percy Shelley murió trágicamente.
El 8 de julio de 1822 Percy Bysshe Shelley, que al igual que su esposa sentía pasión por las letras y por viajar constantemente, zarpó en su barco el Ariel, desde Livorno para retornar a Lerici, Italia, donde residía junto a su mujer. El joven poeta se encontraba visitando a Lord Byron, Leigh Hunt y a Edward John Trelawny para concretar la creación de The Liberal, un periódico en el que plasmarían sus controvertidos escritos y con el que servirían de contraparte a los conservadores tabloides de la época. Eran sólo cincuenta kilómetros de mar los que tenía que atravesar a lo largo del Golfo de la Spezia, pero la trayectoria no pudo completarse.
La embarcación de Percy, con pésima estructura, fue sacudida por una tormenta inesperada y durante diez largos días, Mary no tuvo noticias de su paradero. Hasta que encontraron su cuerpo a orillas de una playa. Percy Shelley había muerto ahogado a los 29 años.
Sobre su muerte gira un halo de misterio, hay quienes dicen que se trató de un suicidio o que fue asesinado por unos políticos a causa de sus ideas radicales, o que Percy era un terrible marinero. Incluso una historia que involucraba piratas llegó a escucharse. Pero el relato del hundimiento en El Ariel tenía más sentido por el estado en el que se encontraba el velero.
Mary, en compañía de Hunt, Trelawny y Byron, incineró los restos de Percy en el lugar donde fue arrastrado por la marea, a excepción de una parte de él que se negó a quemarse… su corazón.
Un año después del deceso de Mary Shelley a los 53 años, por un supuesto tumor cerebral, en 1851, sus familiares encontraron dentro de su escritorio el corazón y porciones de las cenizas de Percy envueltas en una hoja y una tela de seda, también hallaron mechones de sus hijos fallecidos y un cuaderno con poemas. Era así como la escritora que dio forma a la historia de una criatura creada con partes de cadáveres pretendía ser acompañada por los que amó, más allá de la muerte.
Los médicos explican que tal vez el corazón de Percy, el hombre con quien la autora de Frankenstein escapó a los 16 años, pudo haber resistido al fuego a causa de una posible tuberculosis que endureció su corteza o quizá se trate de una extraña leyenda que además relata que la escritora llevaba con ella, a todas partes, el órgano de su marido ¿ustedes qué creen?
Quizá te interese leer La terrorífica historia de Anna Göldin, la última bruja de Europa ¡Es impresionante!
Imágenes: Wikipedia.