Los océanos, con sus dimensiones inacabables y sus profundidades misteriosas, han capturado el interés de la humanidad desde el inicio de los tiempos. Decía el poeta francés Alain Bosquet, en una de las mejores frases sobre el mar, que Es un tratado de paz entre la estrella y la poesía. Marineros ha habido muchos, pero no todos con fines nobles. La piratería, tan popular y peligrosa en otras eras, dejó el legado de los más increíbles personajes. Edward Teach, alias Barbanegra, Black Sam o Jack Ward “Birdy” (el verdadero Jack Sparrow), han protagonizado insólitas historias. Pero el mar también ha sido el escenario en el que han dominado mujeres piratas. Casos como el del Anne Bonny y Grace O’Malley han sido legendarios. Sin embargo, antes de ellas hubo otra mujer que dominó los mares con su arrojo. Acompáñanos en Supercurioso a conocer esta interesante historia de Awilda, la pirata.
Descubre todo sobre Awilda, la pirata y su tripulación de mujeres
La piratería es una práctica tan antigua como la misma navegación. Quienes se dedicaban a ella, andaban por los mares a la caza de otra embarcación que pudiesen atacar. El objetivo era robar la carga, e incluso el propio barco. Se sabe de leyendas de piratas en las que los bucaneros bajaban de sus navíos para atacar pueblos y ciudades costeras. La época dorada de la piratería tuvo lugar a principios del siglo XVIII, pero hubo una mujer pionera, que mucho antes ya se había lanzado al mar con una tripulación de mujeres. Se trata de Awilda la pirata.
1.¿Quién fue Awilda la pirata?
El personaje de Awilda la pirata quizás es menos popular que el de otros grandes corsarios, pero bien vale la pena explorar su vida, ya que se trató de una mujer que, a su manera, rompió con los paradigmas de su época. También conocida como Alvida o Alfhild, se cree que vivió durante el siglo V. Su origen era noble, pues se trataba de una princesa, hija de un rey escandinavo. Su leyenda cuenta que se convirtió en una guerrera, que tuvo su propia flota de barcos, algunos de ellos tripulados por jóvenes mujeres piratas que atacaron las costas del Báltico.
Encontramos su rastro en dos escritos diferentes, uno del siglo XII llamado Gesta Danorum y escrito por Saxo Grammaticus, que recogió en su obra antiguas historias y leyendas de Dinamarca y Escandinavia. El otro documento data del siglo XVI, es obra de Olaus Magnus y lleva por título Una descripción de los pueblos del norte. En sus páginas se encuentra mucha información sobre el folklore y las costumbres del norte de Europa. Esta última obra fue muy popular por la gran cantidad de grabados que contenía para ilustrar las explicaciones. En ambas obras la historia de Awilda la pirata es muy semejante.
2. La leyenda sobre su vida
Awilda la pirata no siempre fue una bucanera feroz. Como hija del rey godo Synardus, había nacido en las comodidades de la nobleza. Sin embargo, su padre era un hombre fiero y muy celoso. Defendía la castidad de la princesa haciendo que la puerta de su habitación estuviera siempre custodiada por una serpiente y un dragón. El rey proclamó que cualquier pretendiente a la mano de su hija debía vencer a los temibles defensores de la puerta. Si no lo conseguía sería ejecutado y su cabeza clavada en una pica para disuadir a otros posibles pretendientes.
Atraído por las leyendas sobre la belleza de Awilda, llegó hasta el castillo el príncipe Alf, hijo del rey Sigar de Dinamarca. Al rey godo le pareció un buen yerno, pero antes debía vencer a la serpiente y el dragón. Muchos lo habían intentado antes, pero todos habían muerto. Él untó su coraza con sangre y consiguió matar a los monstruos. Cuando creía que había conseguido la mano de Awilda, se enteró de que la reina quería evitar ese matrimonio por motivos políticos, por lo que la había convencido de que huyera.
Fue entonces cuando la princesa se vistió de guerrera, abandonó la corte y se embarcó junto a otras jóvenes en una nave de la que se erigió capitana. Las mujeres piratas atacaron diversas naves y poblaciones del Báltico, hasta que encontraron un barco pirata cuya tripulación había perdido a su capitán. Decidieron elegir a Awilda la pirata como su comandante. Fue así como la princesa llegó a comandar una pequeña flota, atacando a muchas poblaciones. Pero su suerte cambió cuando el rey danés envió a su hijo Alf a luchar contra los piratas del sur de Finlandia.
El joven no había perdido la esperanza de encontrar a Awilda, de la que estaba profundamente enamorado. En una lucha feroz, ambos se enfrentaron sin saber quién era el enemigo. Alf abordó la nave de Awilda y cuando estaban en pleno enfrentamiento, a la chica se le cayó el casco. Su rostro y cabello quedaron al descubierto. Alf la reconoció y paró el combate: había encontrado a su princesa. Awilda la pirata, impresionada por el coraje del príncipe, aceptó por fin su propuesta de matrimonio. Abandonó sus labores de bucanera y partió con él a Dinamarca.
3. El trágico final de la leyenda de Awilda
Si bien Awilda la pirata tuvo una vida poco convencional y llena de aventuras, su final, lejos de feliz, fue trágico. Luego de la batalla en la que se enfrentó con el príncipe Alf, que terminó en el matrimonio de ambos, partió con él a vivir en Dinamarca. Tan solo unos años después, un clan danés se rebeló contra el rey Sigar. Durante el levantamiento, fue asesinado el monarca, junto a sus hijos y familiares. La única sobreviviente de la matanza fue una pequeña hija, producto de la unión de Awilda la pirata y Alf.
La niña, bautizada con el nombre de Gurid, fue la única heredera de la corona. Gobernó como reina por unos años, hasta que contrajo matrimonio con el hijo de Borgar, el leal compañero de navegación de su padre. De la unión nació un hijo llamado Harald, que al cumplir la mayoría de edad se convirtió en el nuevo rey de los daneses. Y tú, ¿Habías oído hablar de Awilda la pirata? ¿Sabes historias de otras mujeres piratas? ¡Compártelas con nosotros! Estaremos encantados de conocerlas.