En el siguiente artículo queremos contarte la historia de una ballena que protegió la vida de una buceadora, Nan Hauser. Hauser, bióloga marina, se encontraba buceando en octubre de 2017 cerca de las Islas Cook, cuando de repente se encontró con una ballena jorobada que empezó a refregarse contra ella. Sin saber muy bien qué pasaba, Hauser se puso a nadar tranquilamente alrededor de la ballena mientras esta no dejaba de golpearla ligeramente en la cabeza y en la barriga con sus poderosas aletas pectorales.
¿Cómo fue la historia de la ballena que protegió a una buceadora?
«He pasado 28 años bajo el agua con las ballenas, y nunca he tenido una ballena tan táctil y tan insistente en ponerme en su cabeza, vientre o espalda, o, sobre todo, tratar de meterme debajo de su enorme aleta pectoral.»
Comentaba Hauser, presidenta del centro para la Investigación y Conservación de la Cetáceos.
«Si me golpeara demasiado fuerte, o me golpeara con sus aletas o cola, me rompería los huesos y me rompería los órganos. Si me sujetaba debajo de la aleta pectoral, me habría ahogado … estaba segura de que había muchas posibilidad de que se convirtiera en un encuentro mortal «.
Hauser no sabía muy bien lo que estaba ocurriendo, solo cuando emergió del agua y regresó al barco comprendió lo que ocurría. Desde su barco, donde llevaba a cabo las investigaciones sobre cetáceos, pudo ver que no solo estaban ella y la ballena en el agua. Había otro visitante inesperado: un tiburón tigre de unos cuatro metro y medio también merodeaba por allí. ¡Increíble! Según su interpretación y la quienes la acompañaban, la ballena que protegió a esta nadadora.
Muy inteligentemente, Hauser y su equipo captaron en video todo el encuentro. La grabación muestra cómo la ballena que protegió a la buceadora era una ballena jorobada que resultaba ser toda una heroína y no una inesperada atacante, sino que estaba protegiendo su vida, evitando el ataque de un tiburón.
Aunque hay quienes consideran que los actos de esta ballena no estaban dirigidos voluntariamente a proteger a Nan Hausser, es interesante destacar que no es la primera historia de una ballena que ha protegido a unas personas. De hecho, esta especie de mamífero marino, la ballena jorobada, cuenta con la buena fama de «altruista» salvadora.
En 2019, el biólogo Robert Pitman pudo sacar una fotografía de una ballena jorobada que sostenía una foca de Weddell en el pecho, protegiéndola de un grupo de hambrientas ballenas asesinas. Pitman continuó analizando esa interacción entre las ballenas jorobadas y las ballenas asesinas durante los años 1951 y 2012. El resultado de ese estudio determinó que ese suceso no fue del todo extraño. Pitman aseguró que las ballenas jorobadas son capaces de juntarse y recorrer largas distancias para poder prevenir el ataque de las ballenas asesinas, sin importar qué tipo de animal sea la víctima.
Se cree que el instinto de protección de la ballena jorobada le viene de su propio instinto por proteger a sus crías.
«Una regla de comportamiento simple como ‘interferir con el ataque de las ballenas asesinas’ puede evitar que se mate a una de sus crías y también puede ayudar a otras especies a veces. Creo que debemos considerar la posibilidad de que el altruismo puede ser involuntario y surgir del interés propio».
Los investigadores volvieron a ser testigos del aparente altruismo de una ballena jorobada en mayo de 2017. Ocurrió cuando un grupo de cetáceos plantó cara a un grupo de ballenas asesinas que estaban acechando a un grupo de ballenas grises en la bahía de Monterey, en California.
Volviendo a la historia con la que empezábamos este artículo, Hauser está prácticamente segura que la ballena que la golpeó solo intentaba protegerla del tiburón depredador que las estaba rondando. Más tarde, con el vídeo que grabaron, pudo comprobar que mientras esa ballena jorobada estaba centrada golpeándola a ella, otra golpeaba el agua cerca del tiburón tigre que los acechaba tratando de despistarlo.
Mira el metraje grabado seguidamente:
«Sin embargo, esto marca el primer ejemplo conocido de una jorobada que interviene para proteger a un humano de un tiburón» dijo Hauser.
Hauser se mostró igualmente ilusionada y agradecida ante la reacción la de ballena jorobada al margen de si esta había actuado por instinto, accidente o altruismo.
Al final del vídeo que grabó toda la secuencia, la ballena vuelve a emerger justo cuando Hauser sube de nuevo a bordo del barco de su equipo. Aunque raspada y magullada por los golpes que recibió de la ballena jorobada, Hauser comprueba cómo ésta lanza una rápida ráfaga de agua al aire, quizá en un intento de despedirse. Y Hauser, emocionada, lanza al aire un: «Yo también te quiero».
Qué bonita historia la de la ballena que protegió a esta buceadora y bióloga marina de ser atacada por un tiburón. Hemos oído alguna historia más de este tipo y nunca dejamos de emocionarnos. ¿Qué te ha parecido a ti esta historia? ¿Te has emocionado? Cuéntanos lo que has sentido al leer la historia de la ballena jorobada y la buceadora. ¡Estaremos encantados de leerte!