El poder sobrevolar el mundo nos ha hecho descubrir restos arqueológicos que no sabíamos que existían o a los que no se había podido asignar su verdadera magnitud e importancia desde el suelo. Las Líneas de Nazca son un claro ejemplo de ello, no fueron descubiertas hasta 1927, cuando Mejia Xespe reparó en los inquietantes e inmensos dibujos cuando sobrevolaba la zona en avioneta. Google Earth también nos ha proporcionado descubrimientos increíbles como vimos en el post: 5 descubrimientos sorprendentes de Google Earth. En esta ocasión hemos querido acercarnos a otro descubrimiento realizado en el transcurso de un vuelo: La Basílica encontrada bajo las aguas de un lago turco. ¡Descúbrela!
En Arabia Saudí, gracias a imágenes captadas por satélite se han descubierto más de 2.000 sitios arqueológicos. En muchos países de Oriente Medio existe una firme oposición a que los arqueólogos realicen vuelos de investigación para buscar ruinas y yacimientos. Para estos investigadores, Google Earth se ha convertido en un aliado imprescindible.
La Basílica encontrada bajo las aguas de un lago turco
Desde hacía años se buscaban restos arqueológicos bajo el lago Iznik, en Turquía. Se sabía que el emperador Constantino I, que legalizó la religión cristiana en el año 313 con el Edicto de Milán, en el año 325 organizó el Primer Concilio de Nicea en esta ciudad, al lado del lago Ascanius que ahora se llama Iznik, lo mismo que la urbe. La búsqueda había resultado infructuosa hasta que la casualidad dio con ella.
El gobierno de la provincia de Bursa, en la que se encuentra el lago, había encargado unas fotografías aéreas de la región en 2014 que posteriormente le fueron mostradas a Mustafa Şahin jefe del departamento de arqueología de la Universidad de Uludağy. En ellas constató que era claramente visible la estructura de una iglesia sumergida. Llevaba buscándola desde 2006. En septiembre de 2018 se iniciaron las tareas arqueológicas y se han hecho públicas las fotos de la basílica encontrada bajo las aguas del lago Iznik.
La basílica encontrada bajo las aguas está a unos 3 metros de profundidad y a 50 metros de la orilla. Los especialistas creen que se construyó en la antigua ciudad de Nicea, para honrar a San Neófito que fue martirizado en ese lugar en el año 303. Además, por las evidencias encontradas, es posible que bajo la basílica existan vestigios de un anterior templo dedicado a Apolo. La basílica acabó bajo el agua debido a un terremoto ocurrido en el año 740 que la hundió y posteriormente fue ocultada por el lecho del lago durante 1.274 años.
Las autoridades de la provincia de Bursa y el alcalde de Iznik han emprendido un ambicioso proyecto: la construcción de un museo bajo el agua que se podría inaugurar en 2019. Con ello conseguirían seguir trabajando en las ruinas de la basílica encontrada bajo las aguas del lago y que los restos no fueran dispersados por otros museos.
Los trabajos arqueológicos siguen adelante en la basílica encontrada bajo las aguas del lago turco. Como muchos otros hallazgos, este fue realizado por casualidad por un fotógrafo. En Supercurioso nos acercamos a 3 hallazgos arqueológicos hechos por profanos, ¿te gustaría que te ocurriera algo así?