Muchos de nosotros al oír la palabra Basilisco nos transportamos mentalmente a la «Cámara secreta» del libro de Harry Potter e imaginamos a la inmensa serpiente con la que se enfrentaron el pequeño mago y sus amigos. Sin embargo, como varias de las criaturas fantásticas que J.K.Rowling describe en sus novelas, no son totalmente fruto de su imaginación, sino que se basan en seres de la mitología greco-romana o nórdica. La escritora reconoció que hacía un profundo estudio de esos seres fantasiosos antes de introducirlos en sus escritos. En Supercurioso hemos visto a otros pobladores del universo mitológico como el Caladrius y en esta ocasión queremos acercarnos al Basilisco.
Basilisco. 10 curiosidades sobre este ser
1. La palabra basilisco proviene del griego «basiliskos» y significa «pequeño rey». Se lo consideraba el rey de las serpientes.
2. Su origen está en la mitología griega que lo describía como una pequeña serpiente, portadora de un letal veneno, que también podía matar con la mirada.
3. En las primeras descripciones griegas, el basilisco nacía de un huevo de gallina, pero éste debía haber sido empollado por un sapo y era una serpiente que portaba una especie de corona en la cabeza, midiendo aproximadamente «20 dedos» según Plinio el Viejo.
4. En el siglo XIII, se afinaron más las cuestiones relativas a su nacimiento y se concluyó que nacía a partir de un huevo deforme que habría puesto un gallo de 7 años de edad. Este huevo debía ser incubado durante 9 años por un sapo y por eso, al nacer el basilisco, tenía la cabeza de un gallo, el cuerpo de un sapo y la cola de una serpiente.
5. No solo era un animal letal, sino que su simple aliento era tan dañino que provocaba que se resquebrajaran las piedras y se marchitaran las plantas. Se decía que por ese motivo vivía en zonas desérticas, el mismo deshacía las rocas y mataba toda la vegetación.
6. Tal como recogió J.K. Rowling en sus novelas, la mitología otorgaba al basilisco el poder no solo de matar con la mirada, sino de petrificar al que viera su reflejo en un espejo u otra superficie similar.
7. En el Antiguo Testamento se cita al basilisco en 7 ocasiones en 4 libros diferentes: Isaías, Proverbios, Jeremías y Salmos.
8. Para matar un basilisco habían pocos métodos. Los dos más comunes eran: haciendo cantar a un gallo, ya que se pensaba que este sonido aterrorizaba a los basiliscos, o con el olor de una comadreja, que si bien lo mataba, suponía el sacrificio del animal expuesto.
9. Actualmente, cuando se habla de un animal llamado basilisco, los naturalistas se refieren al «basilisco común», un lagarto que es originario de América central y que es capaz de caminar sobre las aguas.
10. Cuando decimos que alguien «se ha puesto como un basilisco» o «ponerse hecho un basilisco» queremos decir que alguien está muy enfadado o muy furioso y que es incluso capaz de matar con la mirada.
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Imágenes: JoJan,