Entre las maravillas del mundo podemos encontrar historias fascinantes que se ven en monumentos y edificaciones arquitectónicas. Este es el particular caso de Bell Rock, el curioso faro en medio del mar. Este faro representa una labor de audacia y belleza de la inginieria frente a las costas escocesas en el Mar del Norte, un vigía tranquilo que todos los curiosos buscan captar en una fotografía para reflejar lo inusual de su construcción, lo particular de su situación.
El curioso Faro de Bell Rock, en medio del mar
Aunque hoy en día la mayoría los faros solo son usados como atracciones turísticas, en el pasado cumplían una función muy importante para todos los marinos y las embarcaciones. Conozcamos a este faro en medio del mar que definitivamente es otra de las curiosidades de Escocia. El faro Bell Rock mide 35 metros de altura y está en medio del mar a unos 18 kilómetros mar adentro. Además, es el segundo faro en medio del mar más antiguo del mundo, el primero está situado en Francia y se conoce como el faro de Cordouan, que fue construido en 1611.
1. Una ruta muy peligrosa
Pero ¿por qué se les ocurrió poner este faro en medio del mar? te preguntarás. La explicación es sencilla y a la vez curiosa. Bell Rock, también conocido como Inchcape, es un arrecife en la costa oriental de Escocia que se encuentra a unos 18 km. de Arbroath, localidad del condado de Angus, donde existía una roca realmente peligrosa. Durante las mareas bajas era más visible, pero apenas sobresalía unos 1,5 metros. En cambio, en mareas altas, este peñasco amenazante quedaba sumergido a cinco metros de profundidad. Apenas era visible la mayor parte del tiempo y fueron muchos, muchísimos los accidentes navales ocurridos en esa costa a causa de la roca.
Debido a estos terribles accidentes, que se daban ya desde la Edad Media, se decidió instalar una campana. Fue el abad de Arbroath quien decidió hacerlo para que el oleaje la golpeara y pudiera avisar a los barcos de la presencia de dicha amenaza. Pero, aunque parezca increíble, alguien robó esa campana. Y por más que la colocaron de nuevo y de nuevo, siempre acababa desapareciendo. Así, a esta roca acabó llamándose desde entonces «Bell Rock», la roca de la campana.
En 1797 el ingeniero Robert Stevenson propuso la construcción de un faro en Bell Rock pero al ser demasiado joven y un diseño demasiado complejo, no se tuvo en cuenta su opinión. Además, era un trabajo tan costoso como complicado, así que el tiempo pasó sin que se lo tomaran en serio. Esto fue así hasta que en 1804 el HMS York, un barco de guerra, naufragó por culpa de la roca. Fallecieron 491 personas. Absolutamente toda la tripulación del navío. Una tragedia de dimensiones desesperadas que obligó a las autoridades a dar el visto bueno para el proyecto del faro de Bell Rock. Pero la obra no iba a ser fácil, así que Stevenson, que fue quien diseñó el faro, buscó al constructor más brillante de esa época para que culminara su idea: John Renni.
2. La construcción del Faro de Bell Rock
Tiempo después, ya en el verano de 1807, el proyecto fue aprobado y se comenzó la construcción del faro de Bell Rock. Antes de comenzar la construcción, se ancló una enorme embarcación conocida como Pharos a unos 400 metros de aquella roca. A este buque se le colocaron faroles en sus diferentes mástiles para que sirviera como buque faro y además como residencia para los eventuales vigilantes del faro.
La edificación de este faro en medio del mar fue particularmente difícil debido a la fuerte marea, los trabajadores solo contaban con dos horas de marea baja y dos veces al día, por lo que solo podían trabajar durante este período de tiempo. Después de un arduo esfuerzo, el terreno estaba completamente nivelado y preparado para iniciar el levantamiento del faro Bell Rock. Fue ya en 1808 que Robert Stevenson colocó oficialmente la primera piedra, que llevaba grabada la fecha de aquel gran momento. Así, poco a poco, el trabajo fue más sencillo y se culminó en octubre 1810. Y en febrero de 1811 el faro de Bell Rock se iluminaba por primera vez en la historia.
3. Un poco de su historia
Desde que el faro de Bell Rock fue levantado, su presencia fue imprescindible. Este faro solo fue apagado de manera intencional durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. Durante este período, solo se prendía excepcionalmente y si se avisaba con antelación el paso de alguna embarcación. Sin embargo, esta estrategia no funcionaba del todo, pues el faro carecía de radio, por lo que estos avisos llegaban en bote, algo que retrasaba los mensajes y por lo que se ocasionaron algunos accidentes. Por otra parte, durante este periodo bélico fue atacado y bombardeado varias veces, aunque nunca sufrió consecuencias de gravedad.
Este faro medía 35 metros de altura y tenía 24 reflectores de 64 cm de diámetro. Su estructura fuerte y redonda le permitía resistir cualquier oleaje. Además, el marco del faro giraba, lo que le daba un efecto que alternaba entre una luz roja y otra blanca. Así, este fue el primer faro con luz giratoria de toda Escocia. Con estas características funcionó el faro hasta 1988 cuando fue automatizado. Ya los vigilantes no permanecían allí, sino que el faro de Bell Rock era controlado desde Edimburgo.
Actualmente, ni el faro ni la torre de señal en Arbroath se encuentran en funcionamiento, pero en la antigua Torre de Señal puedes encontrar un museo con objetos tanto del arrecife de Bell Rock como de aquella localidad. Bien es cierto que hoy en día permanece deshabitado, pero la mejor noticia es que desde ese entonces, no ha habido ningún naufragio, nadie ha perdido la vida a causa de esa roca temible.
4. ¿Quién fue el ingeniero de este faro?
Para la construcción de este faro se tuvieron en cuenta a los mejores ingenieros del momento, pues Bell Rock era un verdadero desafío. Aunque Robert Stevenson se reconoce como el principal autor de esta obra, el nombre de John Rennie entró en conflicto.
Fue John Rennie quien fue nombrado como el ingeniero jefe de este proyecto. A pesar de que nunca había construido un faro, este era muy reconocido y gozaba de buena fama. En cambio, Stevenson tenía una amplia experiencia como ingeniero civil y como constructor de faros. Además, fue el quien abogó en primera instancia por este faro, por lo que fue nombrado como ingeniero residente por el mismo Rennie.
Aunque Rennie mostró interés por el proyecto y buscó algunas soluciones, que presentaba a Stevenson mediante correspondencia, solo se presentó en aquel lugar dos veces. Por su parte, Stevenson estuvo al pendiente del proyecto constantemente, a la par de los trabajadores que soportaron las condiciones más difíciles. Ante este hecho, se ha formado una gran polémica, pues hay quienes acusan a Stevenson de mantener alejado a Rennie del proyecto para quedarse con todo el crédito. La familia de Stevenson apoyó a su padre y rebajaron el papel de Rennie al de un simple consejero. El único que reconoció el papel de Rennie como ingeniero jefe fue Robert Louis Stevenson, el nieto de aquel, quien por cierto es el reconocido autor de la novela la Isla del Tesoro.
No fue sino hasta varios años después de terminado el faro de Bell Rock, en 1814, cuando Rennie cayó en cuenta de que Stevenson se atribuía la construcción. A la muerte de Robert Stevenson en 1850, el Northern Lighthouse Board (el organismo regulador
de las ayudas a la navegación de Escocia) publicó una necrológica en la que se le atribuía a Stevenson el diseño y la construcción del faro de Bell Rock.
Hasta aquí ha llegado nuestro artículo sobre el faro de Bell Rock. ¡Déjanos tu opinión en los comentarios! ¿Ya conocías este curioso faro en medio del mar? Estaremos muy felices de leerte. 😊 Además, si te ha interesado este artículo te invitamos a leer: El misterio de los faros abandonados nucleares.