Tener una sonrisa impecable es un atributo que tanto hombres como mujeres anhelan. Unos dientes blancos, con muy buena proporción, mejoran increíblemente el rostro, por lo que cómo blanquear los dientes ha de ser una de las preguntas más consultadas en Google y también de las interrogantes que arrojan varios mitos interesantes.
¿Habrás creído alguno de ellos? Verifícalo aquí mismo.
Cómo blanquear los dientes, ¡7 mitos!
Mito 1: Usar pastas dentales para blanquear los dientes
Este tipo de productos es de los métodos más comunes que contemplamos al momento de conseguir una sonrisa más blanca a bajo costo, pero, ¿qué tiene de efectiva? Brian Kantor, un dentista especializado en odontología estética, explica que los dentífricos blanqueadores actúan eliminando manchas superficiales ocasionadas por el tabaco, café y té, pero que no son efectivos para cambiar el color intrínseco de los dientes.
Más bien la mayoría de estos productos posee químicos abrasivos que pudieran desgastar el esmalte provocando sensibilidad. Su recomendación: usar este producto de forma ocasional.
Mito 2: Frotarse los dientes con fresa o limón
Si has buscado en Internet cómo blanquear los dientes de forma natural, estos dos elementos encabezan la lista. Y sí, son efectivos, pero los ácidos de ambos frutos, cuando frotamos con ellos los dientes con mucha frecuencia, corroen el esmalte de una manera en la que el daño pudiera ser irreversible. Recuerda: todo en exceso es perjudicial.
Mito 3: El blanqueamiento deja tus dientes sensibles
La verdad es que no es ni cierto ni falso. Los expertos aseguran que este hecho varía dependiendo de la persona y de cuánto se han apegado a las recomendaciones de su odontólogo luego de blanquearse los dientes. Es normal que al comienzo sientan un poco de sensibilidad, pero ésta se irá reduciendo con los días. Aunque los especialistas recomiendan que si sufres de sensibilidad, es preferible optar por un kit de blanqueamiento dental que puedas cumplir en casa.
Los resultados no se verán de forma inmediata como en un consultorio, pero sí en unas semanas y así irás notando el comportamiento de tus dientes progresivamente. Si los dientes reaccionan ante el frío o el calor de forma anormal, es momento de parar el tratamiento. Para reducir este mal, los odontólogos aconsejan usar Sensodyne dos semanas antes de iniciar el proceso.
Mito 4: El láser para blanquear los dientes daña el esmalte
Este mito es repetido una y otra vez hasta el cansancio, y muchos de nosotros llegamos a convencernos de ello, ¿no es así? En realidad este láser es un rayo UV o luz LED. A esto responde Jonathan Schwartz, odontólogo cosmético de Manhattan, que la función del mismo es abrir los túbulos dentarios para que en ellos puedan penetrar los químicos blanqueadores, pero que con el tiempo se cierran de nuevo, sin que se produzcan daños en el esmalte.
Mito 5: Todo el mundo puede blanquearse los dientes
Este es un gran ¡no! Las personas con enfermedades en las encías, dientes muy dañados o rotos, con numerosas restauraciones y trabajos dentales mal hechos, no pueden someterse al tratamiento sin antes atacar estos problemas.
Además, hay dientes cuya pigmentación es amarillenta y otros, gris. Ésta última, que deriva del tabaquismo, fluorosis (exceso de fluor) y que resulta como efecto segundario por tomar el antibiótico tetraciclina, son muy difíciles de aclarar, así que el resultado no sería el esperado.
Mito 6: olvida para siempre el café, chocolate o vino después del blanqueamiento
Los especialistas sí prohíben consumir alimentos y bebidas como el vino tinto, soda, jugos cítricos, chocolate, salsa de soja y el café, pero solo los primeros días posteriores al tratamiento. La razón es que, como los túbulos dentarios seguirán abiertos y los químicos continúan trabajando por varios días, fácilmente se pueden manchar los dientes.
No obstante, Joe Kantor, odontólogo, asegura que “todo lo que puede manchar una camiseta blanca también puede manchar la dentadura,” por lo que aconseja usar cañitas de plástico para minimizar el daño por el café o bebidas oscuras en la tonalidad dental.
Mito 7: El blanqueamiento es permanente
Para prolongar el efecto del tratamiento, es necesario someterse a mantenimiento y tratar de no consumir en exceso los alimentos y bebidas oscuras descritas en el mito 6. El blanqueamiento en realidad dura unos dos años y a los dos a tres meses comienza a bajar su intensidad. Además, a medida que envejecemos, los dientes se van tiñendo más oscuros.
Tomando en cuenta los mitos que te mostramos en el artículo, antes de probar cualquier método para blanquear los dientes, es recomendable consultar con un odontólogo sobre tu salud bucal. Asimismo, tener presente si tus dientes son sensibles o no y plantearte límites sobre qué tan lejos puedes llegar con un tratamiento, ya sea casero o especializado.
En el mercado existen numerosos tratamientos blanqueadores efectivos y a bajo costo que quizá quisieras probar, sin que tus dientes se vean afectados en el intento.
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