Las altas temperaturas del verano dejan a más de uno deseando un aire acondicionado portátil. Y aunque es una época bonita para salir a ver el sol, también puede ser una época de cierto sufrimiento por el calor que la caracteriza. Ahora bien, ¿cómo mantenerte fresco en verano sin morir en el intento? ¡Te lo contamos!
¿Cómo mantenerte fresco en verano?
El primer problema del sol caliente del verano: las quemaduras y otras afecciones a la piel. Desde enrojecimiento y erupciones hasta marcas de pigmentación y manchas, son sólo algunos de los problemas más comunes de la piel.
Las pecas, manchas de edad y marcas de pigmentación son causadas principalmente por la sobreproducción de melanina en la piel después de la exposición al sol. Para combatir estos males, en dos frases: protector solar y crema humectante.
Ahora bien, si lo que tienes son quemaduras solares, es importante actuar con rapidez. Es necesario reducir la inflamación de la piel tan pronto como sea posible, así que tome un baño fresco o ducha para detener la piel ardiente y enrojecimiento en calma. Aplica crema, trata de escoger alguna con Aloe Vera y mantenla en el refrigerador, lo ideal es aplícarla fría y te ayudará con las quemaduras leves, en caso de que sean más graves, debes consultar a un experto.
¡Mantente hidratado!
No dejes de tomar agua, el clima caluroso y el sudor hacen que tengas mucha sed, si no atiendes a esa alarma del cuerpo, puedes terminar deshidratado. ¡Y esas no son buenas noticias para tu salud! Ingiere entre 2-3 litros de agua al día y estarás bien hidratado para enfrentar estos días de calor.
Elige bebidas frutales y frías, especialmente aquellas que aporten vitaminas y ayuden a cuidar tu piel.
…¡y tus pies frescos!
Si tienes mucho calor, una manera de cambiar la temperatura de tu cuerpo es a partir de tus pies. Si pones tus pies en agua fría o fresca durante un rato, verás como el resto de tu organismo cambia de temperatura.
Como dato adicional, ¡esto también funciona si lo aplicas a las manos!
Evita las comidas copiosas
Si comes en abundancia, tu cuerpo producirá lo que se conoce como calor metabólico al tratar de procesar tantos alimentos. Así que, si puedes, come lo que necesites, sin excesos.
Dirige tus ventiladores hacia… ¡tu rostro!
Aunque sientas calor en todo tu cuerpo, lo mejor es que el aire esté dirigido a tu rostro, para aumentar la sensación de frescura.
Si quieres mantener la casa fresca, no abras la cortina cuando te marches de casa
Aunque parezca extraño, la cortina evitará que la luz del sol incida demasiado directamente a través de la ventana, generando efecto invernadero. Así que deja la cortina como está. Ya la apartarás cuando vuelvas a casa. Verás como el ambiente está más fresco que si la corres.
¡Usa ropa ligera!
Aunque parezca la más grande obviedad, preferir vestimenta con telas ligeras marca una gran diferencia a la hora de salir al exterior durante el calor del verano.
El algodón es una sabia elección en estos casos.
¡No olvides tu desodorante!
Con las temperaturas altas, el cuerpo a tratar de refrescarse produciendo sudor, lo que en ocasiones, puede traducirse en malos olores. Para evitar eso, procura usar desodorantes de larga duración. Si lo crees necesario, llévalo contigo para un retoque.
Sigue estos consejos, y deja de sufrir este verano ¿Tienes algún otro consejo? ¡No dejes de compartirlo con nosotros!
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