Seguro que en múltiples ocasiones, aunque en la actualidad sea menos frecuente, habrás oído el tañido de las campanas de alguna iglesia próxima. Este instrumento musical que está íntimamente ligado a los campanarios cristianos, era ya conocido por los egipcios y los pueblos asiáticos y más tarde adoptado por griegos y romanos que las llamaron «tintinábulas». Los cristianos las utilizaron para transmitir mensajes desde sus campanarios, ya fuera la hora en que iban a reunirse o empezar la misa, como avisar de peligros y hacer anuncios varios como muertes y victorias. Las campanas durante siglos también se han utilizado en oriente y en Japón ha sido habitual escucharlas en ceremonias religiosas sintoístas y budistas. Actualmente, existe un tipo especial de campanas que se conocen como las Campanas de la Paz japonesas y que se escuchan en todo el mundo. Acompáñanos a descubrir qué son y cuando nacieron.
Las Campanas de la Paz japonesas
Las campanas occidentales tienen la forma de copa invertida y ahuecada. Resuena de forma acústica cuando es golpeada por un implemento que cuelga en su interior suspendido y que recibe el nombre de badajo o úvula. Sin embargo, las campanas del mundo oriental, que pueden verse en templos y palacios, son diferentes básicamente en su funcionamiento. Las pequeñas suenan cuando se las golpea con un palo o vara y las grandes utilizan una especie de viga, llamada ariete, para golpearla de forma externa. Las campanas orientales más grandes exigen campaneros con gran pericia ya que debido a la forma en que se balancean es fácil que se dañen las torres que las sostienen.
Las campanas asiáticas fueron llevadas a occidente desde el siglo XIX como objetos de arte e incluso como trofeos de guerra y se han exhibido en diferentes ciudades del mundo. Pero fue al finalizar la Segunda Guerra Mundial cuando empezaron a conocerse las Campanas de la Paz japonesas. Durante este conflicto mundial, las campanas de los templos budistas japoneses fueron fundidas y el metal utilizado para construir elementos militares como hélices de barco. Acabada la Segunda Guerra Mundial, se fabricaron nuevas campanas y se restituyeron a su lugar en los templos, por lo que éstas recibieron el nombre de Campanas de la Paz. El fenómeno se extendió por todo Japón que bautizó sus nuevas campanas con ese nombre: en 1947 la «Campana de la Paz de Hirosima», en 1950 la «Campana de la Paz» de Uwajima, etc. Pero no fue solo en Japón, sino que llegó a todo el mundo y se convirtieron en un símbolo de Paz mundial.
Japón, en 1952, regaló una de estas Campanas de la Paz a la ONU que la instaló en los jardines de su sede en Nueva York. La Campana se ha convertido en un símbolo de Paz para las Naciones Unidas que la tañe oficialmente dos veces al año y además con motivo de acontecimientos especiales. Fue fundida con las monedas recolectadas a los asistentes de la Conferencia de las Naciones Unidas que se celebró en París en 1951. En caracteres japoneses tiene una leyenda que dice: «Viva la Paz Mundial Absoluta».
En 1982, en Tokio se fundó una asociación llamada «World Peace Bell Asociation» que coloca campanas por todo el mundo. Ya ha colocado 21 en 15 países de todo el mundo.
¿Habías oído hablar de las Campanas de la Paz japonesas? ¿Hay alguna en tu país? ¿Qué te parece la iniciativa? ¡Esperamos tus comentarios! También te invitamos a leer el post: ¿Cuál es el origen del símbolo de la paz de 1958?
Imagen: Rodsan18