Seguro que habías oído decir que los cerebros de las personas mayores ya no producían células nuevas. Pues bien, recientes descubrimientos contradicen esta teoría que la mayoría creíamos cierta. Un reciente descubrimiento afirma que: los cerebros ancianos SÍ producen células nuevas.
Los cerebros ancianos SÍ producen células nuevas
El pasado mes de abril de 2018, la revista Cell Stem Cell publicó un informe que recogía los últimos resultados de unas investigaciones sobre el cerebro. Siempre se había creído que los cerebros al envejecer dejaban de producir células nuevas, pero se ha comprobado que no es así, que producen tantas células nuevas como los cerebros jóvenes.
La investigación fue dirigida por la Dra. Maura Boldrini, neurobióloga de la Universidad de Columbia y en primer lugar se hicieron comprobaciones en ratones, para ver después que en los seres humanos el resultado era el mismo. Los cerebros ancianos también producían células nuevas. El equipo de Boldrini pudo estudiar la producción de células en el cerebro durante el tiempo que duraría una vida humana media. Para ello contaron con 28 cerebros de personas sanas entre 14 y 79 años fruto de donaciones de personas fallecidas. Al decir «sanas» en relación con ese órgano se referían a que no habían tomado ningún tipo de drogas ni medicaciones antidepresivas ni tenían ningún trastorno digno de mención. Además todos ellos venían acompañados de un historial médico exhaustivo.
El equipo de la Dra. Boldrini utilizó aparatos con un sofisticado software para contar las células en una sección del hipocampo de cada uno de los cerebros, ya que los órganos humanos son mucho más complicados que los de los ratones que pueden contarse más fácilmente. Tanto en los cerebros de personas mayores como en las de los jóvenes, existían células nuevas. La diferencia estaba en la producción de nuevos vasos sanguíneos que era menor en los viejos y en que en éstos la velocidad era más lenta al establecer nuevas conexiones entre las células cerebrales.
Frente a este estudio de la Dra. Boldrini existe uno publicado en Nature un mes antes que afirma lo contrario. La doctora cree que esta diferencia puede deberse a que en el estudio publicado en Nature se utilizaron diferentes tipos de cerebros, muchos de ellos «no sanos» y que se habían conservado por diferentes métodos que podían haber destruido las evidencias de nuevas células. Los cerebros investigados por la Universidad de Columbia estaban sanos y esto les conduce a suponer que esta producción de nuevas células es una característica de los cerebros que siguen sanos hasta llegar a la vejez.
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