La escuela secundaria de Chopticon, en Morganza, tiene como finalidad preparar a sus alumnos para la universidad, a la vez que favorecer en ellos la independencia, la responsabilidad y la excelencia académica en unos alumnos que, curiosamente, han de vivir cada día también con la presencia de un fantasma.
Tal vez no sea más que una leyenda, un rumor que ha ido manteniéndose a lo largo del tiempo en cada una de las promociones de estudiantes que cada año se gradúan en Chopticon. A los jóvenes les encantan estos temas, no hay duda, y el día a día en un instituto se vuelve más distraído si se alimentan estas ideas, estos miedos que inculcar a su vez a los nuevos alumnos que llegan al primer curso. Tal vez.
Sea como sea, a día de hoy se considera a este colegio de educación secundaria como uno de los más «embrujados» de todo Estados Unidos. Te explicamos por qué.
Un terrible asesinato…
Como toda historia de fantasmas, el origen de lo sobrenatural tiene su punto de partida en algo dramático: en un crimen. Estamos en 1983, las clases están a punto de finalizar y Chopticon queda prácticamente vacío por las tardes. Los alumnos han terminado su horario, y las aulas, yacen en silencio tras un día más de trabajo.
Es habitual que durante estas épocas que preceden a la finalización del curso, se queden por las tardes algunos profesores corrigiendo exámenes o preparando las notas que en breve, entregarán a sus alumnos. Esto es lo que estaba haciendo la joven profesora Mrs. Heather. Enfrascada en sus tareas y obligaciones, no le dio importancia a esos que se acercaban por el pasillo hacia su aula.
Era el señor Lester Broome, al que habían contratado para llevar a cabo tareas de mantenimiento en el centro. Nunca se llegó a descubrir la razón por la cual aquella tarde de verano asesinó a puñaladas a la joven Heather… Pero lo hizo. Tras matarla, la arrastró por los pasillos para dejarla encerrada en un baño. Algo sin sentido, puesto que la sangre dejada a lo largo del suelo, ya daba una pista brutal sobre lo sucedido. Inconcebible…
Lester Broome fue condenado y encarcelado. Se rumoreó que estaba enamorado de Heather y que, en vista de las continuas negativas por parte de la profesora, este hombre decidió acabar cruelmente con su vida. Todo el centro quedó conmocionado en aquellos años 80. Alumnos, profesores y la propia familia de la víctima, jamás pudieron olvidar lo ocurrido…
Una presencia femenina en las aulas
Nunca ha hecho daño a nadie. No pide nada, no se escuchan sus gritos ni sus lamentos. Su aspecto, tampoco es amenazante. El fantasma que deambula por el colegio de Chopticon está envuelto en sensaciones y también en olores. Dicen los alumnos que hay ciertas partes de la escuela donde la tristeza y la pena «asfixian«. Es un malestar incómodo que se vuelve más intenso cuando uno entra en el baño donde la profesora fue abandonada, ya sin vida.
Por Chopticon han pasado ya muchos alumnos y, a pesar del bullicio, de las rutinas, de la vida nerviosa e inquieta de todos los jóvenes, hay algo que todos intuyen: el dolor. El aula, el pasillo y el baño donde se escenificó el crimen son esas zonas donde, en ocasiones, puede verse una sombra femenina deambulando.
Hay días, cuando todos los alumnos están en las clases, en que se escuchan unos tacones pasando por el pasillo. Cuando abren las puertas, no ven nada, no ven a nadie, pero según explican muchos, se puede sentir «un perfume» de mujer. Podríamos decir que Mrs Heather no es un fantasma amenazante, según explican algunos entendidos en el tema. Lo que se siente en el colegio de Chopticon es una «huella emocional». Es el eco de una tragedia, la impronta de un dolor brutal y desagarrador de una mujer a la que le arrebataron la vida de una forma violenta antes de tiempo.
Y ello, esa huella de tristeza, de dolor y desamparo, es lo que aún puede sentirse y verse en este colegio. Algo realmente curioso. ¿Cuál es tu opinión? Si te ha gustado esta historia volveremos en breve con otro colegio embrujado. Mientras, te invitamos a conocer Loftus Hall, una casa embrujada en Irlanda.