En este artículo vamos a contar una historia que alguna vez puede llegar a salvarte la vida. La historia de como el capitán Albert Paulis consiguió engañar a una tribu caníbal que quería comerse a él y sus hombres. ¡Vale! Lo admitimos, en pleno siglo XXI es muy poco probable que te encuentres con una tribu caníbal y menos probable aun que esta historia te salve de algún modo. Pero sigue leyendo, porque esta aventura es muy curiosa y a nosotros nos encantan las curiosidades.
Albert Paulis, su expedición en África Central y su encuentro con una tribu caníbal
Corría el año 1905, el capitán belga Albert Paulis y su expedición de veinte soldados se encontraban en África Central defendiendo los «derechos coloniales» de Bélgica sobre el territorio llamado «Congo Belga». Por aquel entonces África no estaba tan desarrollada cómo lo puede estar ahora y muchas zonas del continente todavía no habían tenido contacto con el hombre occidental.
El día 18 de Febrero, el capitán Paulis y sus veinte soldados fueron capturados por la tribu caníbal de los Mangbettu, una de las tribus más grandes del Congo formada por más de 1.000.000 súbditos y un cruel rey llamado Yembio. Paulis sabía a ciencia cierta cuál iba a ser su destino, conocía de buena mano que estas tribus practicaban el canibalismo y ellos habían sido apresados con ese objetivo. Mientras esperaban apresados el capitán escribía en su diario, en aquel momento se dio cuenta en su calendario lunar que aquella misma noche habría un eclipse lunar.
Pensó que debía aprovechar esa coincidencia a su favor y comenzó a elaborar una estrategia de escape. Pidió a los hombres de la tribu que les estaban custodiando que le llevaran ante la presencia del rey Yembio. Una vez con el rey Yembio lo amenazó de muerte, le dijo que si le hacía daño a él o a alguno de sus hombres, mataría a la luna, lo cuál provocaría la muerte de su tribu. Sabía que se jugaba mucho y que si el rey no le creía todo su plan habría fallado. Pero Yembio accedió y le retó a que demostrara su poder matando esa misma noche a la luna.
El eclipse lunar que salvó la vida a Albert Paulis y sus hombres
Llegada la hora en la que el calendario anunciaba el eclipse, el capitán Paulis salió de su cabaña, llamó la atención del rey de toda la tribu y comenzó el ritual. Alzó las manos en dirección a la luna y comenzó a conjurar un trabalenguas sin sentido que hiciera «desaparecer» al satélite terrestre. Ante la atenta mirada de toda la tribu, la luna comenzó a desaparecer, al principio muy lentamente, pero poco después ya no se podía ver el brillo de la luna en el cielo. Los miembros de la tribu Mangbettu comenzaron a gritar, llorar y pedir por favor que devolviera la luna a su cielo. Por unos momentos el pánico se apoderó de todos ellos.
El rey Yembio se arrodilló a los pies de Paulis y le dijo que por favor resucitara a la Luna y que el le daría todo lo que quisiese. El astuto capitán se aprovecho de la situación y no sólo pidió la liberación de sus hombres sino que también le hizo jurar al rey pleitesía a la corona Belga, a partir de ese momento, la tribu de los Mangbettu deberían acatar todas las órdenes del rey de Bélgica.
Cuando consiguió todo lo que quería, Albert Paulis volvió a alzar las manos y le «perdonó la vida a la luna«.
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