¿Has conocido a alguien que no levanta la voz, ni te insulta, pero hace que te sientas fatal cuando hablas con ella? Si es así, es probable que se trate de una persona con comportamiento pasivo-agresivo. Es importante que sepamos detectarlas, porque, de lo contrario, empezaremos a pensar que nosotros somos responsables de todos los problemas que tenemos con ellos, pero no siempre es así.

Si sigues con nosotros, encontrarás los puntos esenciales que distinguen a este tipo de gente, ¿nos acompañas?

Claves para detectar el comportamiento pasivo-agresivo

Tratamiento del silencio

Suele ser su reacción en un enfado. Ante su incapacidad de gestionar la ira o la rabia, deciden ignorar cualquier cosa que le diga la persona que ha provocado dichos sentimientos. Pero hay un tratamiento aún más pasivo-agresivo: dejar de hablarte sin que sepas la razón, porque, según ellos, tú deberías saber que estás haciendo las cosas mal. Por tanto, si sigues haciéndolo eres un desconsiderado y no merece la pena dialogar.

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Insultos sutiles

Decíamos al principio que ellos no usan este recurso, pero lo cierto es que no lo utilizan de manera directa. Estamos hablando de esas ocasiones en las que por más feliz que estemos, ellos siempre logran hacer un comentario que nos agua la fiesta. Un ejemplo de esto es cuando te felicitan por un trabajo y te responden «¡Enhorabuena! ¿Quién lo iba a decir con lo inconstante que eres?»

Parece inofensivo, pero deja en el otro un poso de tristeza considerable, sobre todo si ha apuntado hacia el punto más débil.

Comportamiento huraño

Suelen ser introvertidos, les cuesta mucho expresar sus sentimientos. Los positivos y los negativos. Esto les lleva a tener mucha dificultad para relacionarse con la gente al principio. No obstante, los primeros contactos cara a cara con ellos pueden causar una muy buena impresión, debido a que prefieren escuchar.

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La cuestión cambia cuando un día, te sorprenden con reproches y victimismo. Estos te dejan fuera de juego. El estupor te deja sin capacidad de respuesta y la culpa se apodera de ti.

Tozudez

Esta puede ser una virtud y un defecto al mismo tiempo. Es la tozudez lo que nos lleva a perseguir nuestros sueños, por imposibles que parezcan. Del mismo modo, nos lleva a convencer a los otros de que nuestros puntos de vista y necesidades son válidas.

Sin embargo, en el comportamiento pasivo-agresivo es un problema porque impide la comunicación. Es imposible dialogar con ellos, de manera los sientes como un muro infranqueable.

No terminan las tareas que se les asigna

Cuando una circunstancia como esta se da con frecuencia, la persona que tienes al lado tiene un comportamiento pasivo-agresivo. La razón puede estar en su dificultad para desenvolverse con el estrés y la presión.

A medida que se acerca la fecha o el momento en los que la tarea tiene que estar culminada, la posibilidad del error se acerca. Teniendo en cuenta su tozudez, no pueden soportar la idea de que esto suceda, así que deciden dejarlo.

Pese a que son complicados de tratar, es bueno que pensemos que su manera de enfrentar la vida se debe a un conflicto interno. Es probable que sufran de una autoestima baja, lo cual dificulta mucho una comunicación de calidad. Por tanto, lo mejor es explicarles cómo te sientes y dejarles tiempo para reflexionar. Seguro que conoces a alguien así, ¿serás sincero con él?

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Imagen: Andhesion, srgpicker, Emmanuel Grunstein