¿A medida que te haces adulto te cuesta más conectar con la gente? No te preocupes, suele ocurrir con más frecuencia de la que imaginamos. Tampoco es de extrañar, cuando crecemos, establecemos círculos de amistades mucho más cerrados, en parte por una cuestión de seguridad. Confiamos en ellos, sabemos lo que podemos esperar de ellos, pero ¿qué pasa con la gente nueva? ¿Cómo podemos establecer vínculos más estrechos?
Consejos para conectar con la gente con más profundidad
1. No temas a preguntar
A veces, nos da reparo preguntar. No queremos ser intrusivos, así que preferimos callarnos. Sin embargo, esta actitud puede entenderse como una falta de interés, por lo que nuestro interlocutor adoptará una actitud retraída. No obstante, si muestras curiosidad y respeto por sus sentimientos, pensará que lo valoras.
Recuerda que no se trata de un interrogatorio, así que te contarán hasta donde quieren. No les estás obligando a nada.
2. Expónte tú también
Si eres de los que te preocupa monopolizar la conversación y optas por hablar poco de ti, deberías saber que es un error. Cuando charlamos, quienes están con nosotros también desean saber nuestra historia. Tienes que encontrar un equilibrio entre el tiempo que te dedicas a expresarte y a escuchar. Es imposible conectar con la gente si no saben qué sientes.
3. No reveles los secretos
No hay nada que te aleje más de tus amigos que revelar lo que te cuentan en confianza. En el mismo instante en el que se enteran, se rompe algo. Ellos creían en ti y en tu comprensión y sentirán que no has tenido en cuenta sus emociones y que, además, infravaloras la importancia de su confidencia. De lo contrario, habrías guardado el secreto.
4. Comparte confidencias
Además de guardar los secretos de los demás, también esperan que conocer hechos de tu vida pocos saben. Es comprensible. La complicidad está basada en la igualdad. Preferimos sentirnos en el mismo nivel con aquellos que nos rodean. Por ello, cuando hay alguien especialmente reservado, al final te preguntas por qué ellos saben todo de ti, y tú nada de ellos.
5. No juzgues
Cuando alguien comparte contigo sus experiencias, no siempre busca consejos ni un guía espiritual. Más bien, esperan un «te entiendo y te apoyo». Todos hemos necesitado esta repuesta, a pesar de saber que nuestro interlocutor no comparte nuestras decisiones. Los consejos se dan solo cuando te los piden.
6. Asiste a los eventos que celebra
Tu amigo ya sabe que puede contar contigo cuando tiene un problema, así que ¿qué importa si no vas a su fiesta de cumpleaños? Lo mayoritario es quejarse de que las amistades desaparecen cuando algo va mal.
Sin embargo, también tenemos que tener en cuenta que a todos nos gusta compartir los buenos momentos con quienes amamos.
7. Confiésale que sufres
El ejemplo perfecto lo tenemos en las películas americanas. Aunque el ritual aparece diferenciado para hombres y mujeres en estos filmes, la cuestión de reunirse para escuchar las penalidades de uno de los miembros de la pandilla y animarlo es vital.
8. Sé sincero con tus sentimientos para conectar con la gente
Esta cuestión está muy de moda durante los últimos años, pero muchos lo entienden mal. Decir lo que piensas no significa vomitar lo primero que se te viene a la cabeza. Al contrario, deberíamos reflexionar sobre lo que nos sucede y sus causas. Tras ello, lo ideal es comunicarlo teniendo en cuenta que tu intención no es ofender, sino arreglar un problema.
9. Recuerda los nombres de sus seres queridos
Cuando hacemos esto, los otros lo entienden como una muestra de cariño. No solo te importa lo que le pase a ellos, sino que, además, te preocupas por su entorno. Lo que le pase a nuestra familia es tan importante como lo que ocurra con nosotros. En este sentido, pensamos, quien me quiera a mí, debe quererlos a ellos.
10. Dosifica vuestros encuentros
Esto es importante cuando conoces a alguien. Te cae genial, compartís aficiones y os reís muchísimo, como hace tiempo no te pasaba. Por tanto, la tendencia general es intentar aprovechar el tiempo libre para quedar con esta persona. Al final, acabamos saturados y, lo que es peor, decepcionados, porque hemos confundido nuestras expectativas con la verdad. Nadie es al cien por cien como nos gustaría.
Si sigues estos consejos lograrás algo que cada día se hace más difícil, pero que da muchas alegrías: forjar una amistad verdadera. Razón suficiente para cambiar, ¿no?
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