Seguro lo has visto en una película o lo has escuchado de algún amigo, que conocer a los padres de tu pareja es una situación un poco atemorizante. Pero no te preocupes, con estos consejos tal vez te sientas con más confianza para ir tras ese encuentro sin fallar en el intento.
Conocer a los padres de tu pareja ¿qué hacer?
Ten en cuenta que la primera impresión es la más duradera
Arrancar con el pie izquierdo durante una salida para conocer a los padres de tu pareja o ser invitado por primera vez a ese clásico almuerzo familiar de los domingos, puede ser una situación que hasta a los más controlados emocionalmente les genere un poco de ansiedad.
Lo que aconsejamos es, aunque los nervios quizá corran a mil por hora, recuerda mantener una posición serena y trata de presentar la mejor versión de ti. ¿Eres bueno contando chistes? ¿Tienes un tema que te apasiona y que quieras compartir? No dudes en ser tú mismo. La falsedad es algo difícil de ignorar y de ninguna manera te traerá buenos resultados.
Muestra interés en conocerlos
Si estás enamorado de alguien, genuinamente sentirás curiosidad por su familia. Trata de pensar un poco más allá del nerviosismo y encuentra la manera de indagar cuáles son sus intereses, gustos y pasatiempos.
Pues lo que se espera es que haya un segundo encuentro, ¿no es así? de concretarse, esto quiere decir que has hecho un trabajo espléndido conectando con los padres de tu pareja, dejándoles con las ganas de seguir conociendo más sobre ti por haber mostrado interés en conocerlos. A todos nos gusta recibir un poco de atención, los padres de tu pareja no serán la excepción.
No temas a dar tu punto de vista
En estas circunstancias es normal que seas más cauteloso que de costumbre al emitir opiniones por miedo a arruinar la imagen que idealizas proyectarles a los padres de tu pareja en ese primer encuentro.
Pero, ¿has pensado que ellos también pueden sentirse ansiosos o nerviosos por conocer a la persona que su retoño ha elegido para compartir parte de su vida?, entonces libera un poco la rigidez y siéntete libre de elogiar y opinar con educación, sin temor. Así todos se sentirán cómodos en abrirse y el ambiente se volverá más ligero.
Sé tú mismo pero reconoce los límites
Supongamos que has logrado vencer el pánico inicial que te invade al estrechar las manos de los padres de tu pareja por primera vez y que ya han roto el hielo. A este punto del encuentro es fácil caer en el vicio de sentir tanta comodidad, hasta hablar sin meditar demasiado las cosas.
Si has llegado a este nivel, recomendamos evitar temas polémicos o que hieran la sensibilidad de algún miembro de la familia. Por supuesto, evita usar malas palabras para causar una buena primera impresión que sin duda fortalecerá tu relación.
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Imágenes: Meet The Fockers