En el siguiente artículo queremos hablarte de controlar tus miedos. El miedo es algo destructivo que, si bien existe para mantenernos alerta frente a posibles peligros, suele tener consecuencias no tan beneficiosas. El miedo a hablar en público, a una primera cita a una entrevista de trabajo, y otras muchas situaciones en las que el miedo es nuestro peor enemigo porque acostumbra a bloquearnos.
Así que la próxima vez que tengas que controlar tus miedos, deberías seguir los consejos de la investigadora del miedo Mary Poffenroth y su método RIA que te explicamos a continuación.
Método RIA para lograr controlar tus miedos
Cuando hablamos de controlar tus miedos no siempre nos referimos a la sensación que se puede tener al estar al borde de un precipicio o frente a una fiera salvaje. La investigadora Poffenroth explica en su investigación que el miedo se presenta básicamente de dos maneras; miedo real y ficticio. El miedo real proviene de una amenaza real, una amenaza contra tu vida, como decíamos antes, un precipicio, una fiera salvaje amenazándonos, un ladrón que se cuela en tu casa… el miedo es real porque el peligro también lo es.
Sin embargo, el miedo ficticio aunque se basa en la realidad, tiene un gran porcentaje de inventiva, que proviene de tu mente; miedo a que no te salgan todas las palabras de manera coherente en el discurso de tu boda, o en una importante reunión de trabajo, miedo a que tu pareja te deje por otra persona, etc. Este tipo de miedo, además, puede ser también dividido en otras dos categorías: el miedo a no ser capaz y el miedo a no tener el control. ¿Cómo te sientes? ¿Abrumado? ¿Estresado? ¿Incapaz? Estas palabras solo describen tu miedo.
El problema es que el centro emocional de tu cerebro, la amígdala, tiende a reaccionar de igual manera frente a los miedos reales que frente a los ficticios. Con esa problemática, debes saber que si te pasas los días estresado o inseguro, con miedos ficticios, estás poniendo a tu cuerpo en una constante situación de alerta. En eso se basa Poffenroth cuando expone:
«Cómo podemos cambiar nuestra historia con nuestros miedos ficticios para que no disparen tanto la amígdala y no estemos en esta respuesta de estrés total».
Método RIA
Las siglas del método RIA para controlar tus miedos corresponden a: Reconocer, Identificar y Atajar. Dicho en otras palabras; reconoce cuál es tu miedo, identifícalo y luego encuentra una manera de atajarlo. Parece sencillo pero lleva algo de práctica.
Reconocer: Aprende a conocerte a ti mismo. ¿Tienes el corazón acelerado? ¿Sudas en exceso? ¿Tienes la boca seca o alguna molestia digestiva? Todos estos, y alguno más, son síntomas claros de una respuesta al miedo y reconocerlo es el primer paso para saber que esa situación, sea la que sea, te causa miedo.
Identificar: Poffenroth sugiere “ponle nombre para identificarlo”. Nombrar el miedo puede darte cierto poder sobre él. Al identificarlo podrás también saber si es un miedo real o ficticio, ya te hemos explicado la diferencia.
“Cuando nombras el miedo, el simple hecho de identificar que algo está sucediendo, puede ser suficiente para calmarlo y limitar la respuesta del miedo en sí misma”
“También consigue que no nos sintamos tan solos frente al miedo. Somos humanos y debemos comprender que este tipo de miedos son fruto del trabajo de nuestro cerebro”
Atajar: Una vez hayas conseguido los dos primeros pasos, y si aun sientes ese miedo, es el momento de enfrentarte a el. Quizá es el más difícil de los pasos pero el que más te ayudará. Si has concluido que tu miedo tiene un origen real, en este punto deberás tomar medidas para protegerte dependiendo de la naturaleza de ese miedo. Sin embargo, si el miedo tiene un origen ficticio, existen una serie de estrategias para combatirlo y superarlo con éxito.
Una de esas estrategias para controlar tus miedos consiste en respirar durante 4 segundos, manteniendo el aire en esos 4 segundos, exhala después durante 4 segundos más y repite el proceso tanto como sea necesario hasta conseguir que tu cuerpo se calme físicamente.
Una vez relajado, intenta llegar a la raíz de ese miedo para configurar una respuesta a medida. Por ejemplo, si tu miedo es que tu pareja te abandone, habla con ella de ese miedo. Si tu miedo es hablar en público, en cualquier situación, piensa: ¿qué es lo pero que podría ocurrir? Probablemente te darás cuenta que no hay nada suficientemente grave como para dejar que ese miedo progrese.
Seguramente se te ocurrirán respuestas concretas a cada tipo de miedo, conociéndote como te conoces. Si tu problema es que no puedes llegar a cumplir todas las tareas que tienes, realiza una lista de prioridades y podrás saber que el lo importante, podrás aplazar algunas e, incluso, delegar otras. En cualquier caso, te librarán del estrés y de la sensación de no llegar a todo.
De todo esto que te hemos explicado en este artículo, lo más importante y que queremos que recuerdes es que si finges que tu miedo no existe, tu cuerpo seguirá luchando contra él, tanto si eres consciente como si no y eso puede llevarte a problemas serios de salud. ¡Ponle remedio con el método RIA para controlar tus miedos!