En la carrera de un profesional, siempre llega un momento en el que no se está del todo contento con su situación laboral, y es justamente su jefe, la persona que está en condiciones de ayudarlo. Pero ¿cómo afrontar la conversación con alguien que tiene tanto poder sobre su vida laboral? Aquí te lo contamos.
¿Cómo tener conversaciones difíciles con tu jefe?
Sin importar cual sea el tema a tratar: pedir aumento, alguna problemática con el trabajo o sencillamente preguntar sobre una evaluación de desempeño que encontraste injusta, es importante tener en cuenta esto:
Pedir turno
Para lograr tus objetivos quieres que tu jefe tenga su atención puesta en ti. Por ello, deberías hacer la solicitud con antelación, pero no entres en demasiados detalles, algo como «Me gustaría discutir mi crítica. ¿Cuándo sería un buen momento para hablar unos 10 minutos?». Será más que suficiente.
Explicar la situación y el contexto
Es necesario ser rápido y conciso, los jefes no suelen ser personas desocupadas, al contrario, tienen muchos asuntos que manejar. Lo que tú quieres es que entienda bien tu punto de vista para llegar a una solución. Explica tu caso, siempre atento a no plantear tus palabras como ataques o quejas innecesarias. Recuerda que no eres ni un agresor ni una víctima.
Pregunta por su perspectiva
Con esto vas a demostrar que no estás allí para exigir, sino para buscar una solución al problema planteado, y de paso, harás saber que te interesa su punto de vista en el asunto, bien sea por su experiencia o por su jerarquía.
Busca entendimiento mutuo
Escucha atentamente las sugerencias de su jefe y pide que te aclare lo que creas necesario aclarar. Ninguno de los dos debe salir con preguntas sin respuesta, incluso si sus conclusiones son diferentes. Evita crear excusas si no le gusta lo que su jefe tiene que decir. Replantea tu perspectiva, si es necesario.
Llega a una resolución
Debes entrar con la mente abierta. Es posible que entre tu jefe y tú haya discrepancias de puntos de vista, es por eso que se debe buscar alcanzar un acuerdo con el que ambos puedan estar satisfechos. Quizás tu jefe no cree que sea el momento correcto para darte una promoción, pero te dice que alcanzando determinadas metas es posible en un futuro cercano. ¿Suena mejor, verdad?
Como hemos dicho, no es fácil cuando se habla de relaciones humanas, menos en el caso de alguien con tanto poder sobre tu futuro, pero siendo civilizado y buscando entendimiento, en lugar de un conflicto infructífero, se puede llegar muy lejos.
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