Los bebés son pequeños y adorables, ven el mundo con una inmensa curiosidad y, aunque nos parecen las criaturas más frágiles del mundo, son el motivo por el cual somos fuertes cada día. Si eres madre, padre, tío o si adoras esos días en que cuidas de tus sobrinos, estamos seguros de que nunca dejas de aprender y de sorprenderte con ellos. Por su carácter, por su rápida capacidad para asumir costumbres, palabras y gestos. ¡Son auténticas esponjas! Sus ojos casi nunca tienen descanso y sus manos nunca son lo bastante largas para poder saciar sus inquietudes. Ahora bien, hay muchos aspectos de los bebés que se nos escapan y que hoy, en Supercurioso, queremos explicarte. ¿Nos acompañas?
6 cosas que IGNORABAS sobre los bebés
1. Son una fábrica de dientes
Los médicos aún no se han puesto de acuerdo, hay quien dice que la dentición no duele, que son procesos normales y poco traumáticos. Ahora bien, si hay un momento clave en la vida de un niño es cuando asoman por fin sus primeros dientes de leche: lloros, diarreas…¡Es terrible! Y aún más… Si hay algo impactante, es el hecho de saber que tu bebé contiene ya en su mandíbula no sólo sus dientes de leche apunto de salir, sino también los que tendrá en su época de adulto y que, el día menos pensando, acabarán empujando a los de leche.
2. Tienen nociones de matemáticas
Bien, cabe hacer aquí una importante matización. No se trata de que los bebés vengan al mundo con un «chip» preinstalado de fábrica con nociones de aritmética y cálculo. Es algo mucho más elemental y que van adquiriendo al cabo de los meses. Se trata del sencillo hecho de que cuando menos te des cuenta, tu niño entenderá ya en qué tarro hay más caramelos y en cuales menos. La permanencia de la cantidad o la pérdida es algo que los bebés comprenden al cabo de los meses.
3. El cráneo de los bebés
Seguro que en más de una ocasión, al sostener un bebé en brazos te habrás dado cuenta de que la parte de arriba de su cabeza es muy blanda y que además, suele presentar un pequeño hundimiento. Es la fontanela del cráneo, puntos blandos o separaciones que se establecen en dos partes: la más grande y la que tarda más en cerrarse (lo hace entre los 9 y los 18 meses) y la fontanela posterior, más pequeña y que cierra hacia el primer o segundo mes. Estas suturas y fontanelas son básicas en su nacimiento, desarrollo y el crecimiento, en especial porque en el parto, se necesita de esa flexibilidad craneal con la cual, poder pasar por el canal de parto sin sufrir daños.
4. Todos los bebés serían sinestésicos
En nuestro espacio ya te hablamos del famoso fenómeno de la sinestesia. Es esa increíble sensación en la cual, hay personas que llegan a sentir un sabor al tocar el color rojo, o escuchar un sonido y visualizar al mismo tiempo una determinada imagen. Este hecho asombroso es algo que, según un estudio realizado en el 2011 y publicado por la revista Scientific American, caracterizaría a todos los bebés al nacer. A medida que nuestras células nerviosas y sensitivas maduran, los 5 sentidos irían especializándose. Asombroso, no hay duda.
5. El bebé también hace «sus necesidades» durante el embarazo
¿Lo habías pensado alguna vez? ¿Te habías preguntado si los fetos también hacen sus necesidades? Según nos explican los médicos, cuando se acerca la hora del parto los bebés pueden expulsar o bien orina o heces en el líquido amniótico (es un riesgo para la salud del bebé, pero puede ocurrir). Ahora bien, no se trata en realidad de la materia fecal que nosotros tenemos en mente. Se trata del meconio. El meconio, en realidad son sólo células muertas y secreciones del estómago e hígado que reviste el intestino del recién nacido y se va formando en el periodo fetal. Ahora bien, lo normal es que el meconio se expulse a lo largo de las primeras 48 horas de vida tras el parto.
6. Los bebés son más resistentes de lo que pensamos
Resulta fascinante, pero en ocasiones, recibimos noticias increíbles de bebés que han caído desde determinadas alturas y que han resultado ilesos. ¿Es esto verdad? ¿Puede ocurrir? Hay que tener en cuenta que la zona más frágil de un bebé, como te hemos señalado al inicio es su cabeza. Sus huesos craneales aún no se han cerrado y debemos tener especial cuidado. Ahora bien, algo interesante a tener en cuenta es que sus huesos, los del resto del cuerpo como brazos o piernas son más flexibles que los nuestros, e incluso son capaces de absorber mejor los impactos. Además, cuentan con un nivel de grasa extra que amortigua caídas. Algo increíble, sin duda, pero no por ello vamos a cuidarlos menos y a dejar de preocuparnos cada vez que tropiecen y caigan, aunque sea a su propia altura. Al fin y al cabo… sólo son bebés. Y ahora dinos… ¿qué cosas fascinantes has descubierto con tus niños? Si te ha gustado este artículo, descubre también cómo ven el mundo los bebés.