A diario tomamos decisiones que, en su mayoría, creemos son las correctas. A veces podemos estar equivocados porque nos dejamos llevar por las emociones, pero también existen otras alternativas que nos hacen tomar malas decisiones. En este artículo te explicamos 13 cosas que te llevan hacia la elección equivocada.
13 cosas que te hacen tomar malas decisiones
1. Las personas solemos subestimar la importancia de toda la información que está a nuestro alrededor. Uno de los factores que nos llevan a tomar malas decisiones es la disponibilidad heurística. Es decir, si una persona te dice que fumar no es malo porque conoció a alguien que fumaba hasta sus 100 años de edad y no le afectó, ¿harás lo mismo?
2. Cuando crees que algo va a tener un efecto en ti, lo tendrá. Así es el efecto placebo y no siempre se cumple.
3. Nosotros tenemos la capacidad de poder, digamos, clasificar a las personas para determinar a simple vista si serán amigos o no. Pero tendemos a abusar de ello y fijas ciertos estereotipos. Estamos seguros de que muchas personas te habrán sorprendido al no coincidir con lo que pensaste sobre ellas en un primer momento. He ahí un ejemplo de la mala influencia de los estereotipos sobre tus decisiones.
4. La percepción selectiva consiste en dejar que nuestras expectativas influyan la manera en que vemos al mundo. Ocurre mucho en la política, donde por lo general hay dos bandos. Uno siempre verá lo malo del otro, y viceversa.
5. El efecto contagio sucede cuando piensas en grupo. En las reuniones de trabajo o estudio, no siempre se va al grano o terminas eligiendo algo que no querías. 6. Mayor información no significa que acertarás. A veces se necesita solo un poco para tomar mejores elecciones, pues un exceso de datos puede distraerte de lo principal para elegir. Esto es el sesgo de información.
7. Cuando las personas ignoran delilas cosas peligrosas o negativas, están bajo el efecto avestruz. Literalmente entierran sus cabezas en la arena.
8. No está mal tener confianza en nosotros mismo, pero podemos llegar a excedernos y ser demasiado confiados. Este exceso de seguridad nos hace tomar malas decisiones si vamos más allá del límite de nuestras habilidades.
9. En el sesgo de resultados, se está más pendiente de lo que ocurrió luego de tomar una decisión que, de la decisión en sí. Porque si apuestas tu dinero en Las Vegas y ganas mucho más de lo que inicialmente tenías, no quiere decir que fue lo más inteligente.
10. Al tomar una decisión somos muy positivos al juzgarla, aunque tenga defectos. El sesgo de elección de apoyo, hace que concluyas que tu pareja te quiere, aunque te golpee, por ejemplo.
11. La ilusión de agrupamiento pasa mucho en los casinos, porque lo que se trata es de seguir los patrones similares. Si ves que el color rojo tiene “más suerte” que el negro, vas a apostar al rojo. 12. Nunca te quedes con lo primero que te digan. Este error es tan común, y el causante de tantas malas decisiones. Se le llama sesgo de ancla, porque quedamos anclados en una sola información.
13. Al tomar una decisión aunque sea riesgosa, pensamos que no sucederá nada porque tenemos la certeza de que así será. El sesgo de cero riesgo es así. Aunque no significa que saldremos ilesos. Te recomendamos leer: Decidofobia, miedo a tomar decisiones: 5 claves para saber si lo sufres.