¿Es cierto que los hombres piensan constantemente en sexo? ¿Cuánto tiempo solemos dedicar a este tipo de pensamientos? ¡Te desvelamos lo que dicen los estudios sobre este tema!
¿Cuánto piensas en sexo al día? ¿Más que la mayoría?
Para poder saber cuántas veces al día pensamos en sexo, los psicólogos han optado por realizar un «muestreo de experiencias«. Se trata de una técnica que se basa en registrar los pensamientos de las personas mientras desarrollan sus actividades cotidianas.
En este sentido, la psicóloga Terri Fisher y su equipo de investigación de la Universidad Estatal de Ohio, efectuaron un estudio de este tipo con 283 estudiantes universitarios, divididos en tres grupos, y les pidieron que presionasen un botón cada vez que pensaran en sexo, comida o sueño.
Los resultados arrojaron que los hombres piensan en sexo 19 veces al día, mientras que las mujeres sólo 10. Sin embargo, los hombres también tenían más pensamientos sobre la comida y el sueño, lo que indica que tal vez el género masculino es más propenso, simplemente, a albergar impulsos placenteros en general.
Este estudio ha sido criticado debido a la injerencia del fenómeno conocido como “oso blanco”, es decir, que basta que te digan que no pienses en una cosa para que no puedas dejar de pensar en ella.
Curiosamente, uno de los participantes masculinos llegó a alcanzar los 388 pensamientos sobre sexo diarios, lo que significa que pensaba en sexo cada dos minutos, y una mujer, 280, algo de lo que presumieron notablemente, por lo que, según la psicologa, como la obsesión erótica está bien vista, éstos querían alardear de ser activos sexualmente.
Por otro lado, Wilhelm Hoffman llevó a cabo otra investigación similar con un grupo de voluntarios adultos alemanes. Equipados con los teléfonos inteligentes, recibían una alerta siete veces al día de manera aleatoria, tras lo cual registraban el pensamiento que estuvieran teniendo en ese justo momento.
Aunque no es comparable con el anterior experimento, en esta ocasión los participantes pensaban en sexo sólo una vez al día.
Del mismo modo, los resultados revelaron que la gente pensaba más en alimentación, sueño, higiene personal, contacto social, tiempo libre o en ver la televisión que en sexo.
De hecho, el sexo únicamente se convirtió en un pensamiento predominante hacia el final del día (alrededor de la medianoche), e incluso entonces se encontraba en el segundo lugar, detrás del sueño.
A pesar de que los resultados no son concluyentes, lo que parece estar claro es que pensamos menos en sexo de lo que afirma el mito.
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