En estos tiempos políticamente tan convulsos, seguimos hablando de derechas y de izquierdas. Más o menos, todos tenemos ideas sobre lo que significan: ser de derechas es más bien optar por el conservadurismo, el stablishment o el status quo. Ser de izquierdas es buscar el cambio social, el progreso, la incorporación de grupos comúnmente marginados a la toma de poder. En términos generales es más o menos eso, aunque en la práctica podamos identificar ideas contradictorias en ambas tendencias.

¿Pero sabes de dónde viene la costumbre de clasificar a la gente, de acuerdo con sus ideas, de derechista o izquierdista? Vamos a ubicarnos en la historia…

En tiempos de la Revolución Francesa…

La toma de La Bastilla, ocurrida el 14 de julio de 1789, significó un cambio crucial no sólo para Francia sino para Occidente completo.

Se conformó en París la Asamblea Nacional Constituyente, que tuvo entre sus objetivos redactar una nueva constitución que diera forma al futuro político de Francia.

Plaza de La Concordia, en París, donde estaba instalada la guillotina
Plaza de La Concordia, en París, donde estaba instalada la guillotina

En consecuencia, comenzaron las sesiones de la Asamblea Legislativa el 1 de octubre de 1791, y para ello se reunieron 264 diputados de todas las tendencias, y el primer día se ubicaron aleatoriamente en tres zonas según su ideología: a la derecha del presidente se situaron los girondinos, y a la izquierda el “grupo de la montaña” o jacobinos, y en el centro se quedaron los indecisos, o los que no tomaban aún partido por uno o por otro; a éstos se les llamó la “marisma” o el “llano”.

Posteriormente todos mantuvieron sus sitios originales, y en cada reunión permanecieron iguales. Ahora bien, ¿quiénes eran los girondinos y quiénes los jacobinos?

Los girondinos

Este grupo apostaba por una monarquía parlamentaria y derecho al voto no universal, es decir, eliminar el derecho a los no propietarios de votar. Quería restaurar los valores legales tradicionales y estaba conformado por empresarios y comerciantes –lo que era la burguesía–, y su apoyo venía de la nobleza, de la burguesía y de, por supuesto, los propietarios.

asamblea constituyente

Según ellos, los pobres no debían votar porque no pagaban impuestos y no tenían «representación en la economía del país»…

Los jacobinos, “libertad, igualdad, fraternidad”

Los jacobinos proponían un estado revolucionario y el sufragio universal, y pensaban, como Juan Jacobo Rousseau, que el poder no provenía de Dios sino del pueblo. Por ello las clases populares eran su principal apoyo.

La situación

Establecida la Asamblea Nacional Constituyente de esta manera, los girondinos –con mayoría– se hicieron con el poder hacia finales de 1791, y lograron imponer la figura de la monarquía parlamentaria, sancionándose así la primera constitución. Los integrantes del Parlamento, sin embargo, continuaban siendo elegidos por las clases altas y pudientes.

Fue tal la tensión, que al año siguiente la clase trabajadora, conocida como Sans Culottes (los “sin pantalones”, porque tener pantalones significaba tener dinero para comprarlos. Los más pobres no podían vestir esas prendas), se unió a los jacobinos, y tomaron el poder por la fuerza.

revolución

Bajo el régimen jacobino la aristocracia perdió la cabeza en la guillotina, el rey Luis XVI y su esposa María Antonieta, sacerdotes, cientos de nobles… París presenciaba las ejecuciones, como antes la quema de brujas.

Hoy en día

Desde entonces y hasta hoy, seguimos clasificando las diversas tendencias políticas en “izquierda” y “derecha” para indicar posturas conservadoras o progresistas. En términos ideológicos, todo lo que suena a comunismo o socialismo es de izquierdas, y todos los partidos con sesgo religioso y nacionalista de derechas. Aunque no siempre.

afiche

Los del centro son más bien moderados, pudiendo tomar ideas de uno y otro grupo. Están los de centro-izquierda, centro-derecha, centro, derecha radical e izquierda radical, y todas las nomenclaturas posibles, pero todas se acercan a un lado o al otro.

Hay quien dice que ya estas clasificaciones no reflejan las nuevas realidades de un mundo en constante cambio, y que deberíamos inventar otros términos para clasificarnos; de hecho, hay partidos políticos de izquierda militaristas y autoritarios, y partidos de derecha que abogan por ampliar los derechos ciudadanos… Basta con ver el panorama mundial para darse cuenta de que estos conceptos ya no son suficientes, ¿tú qué crees?

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