¿Muerte celular causada por el alcohol? ¿Es esto real o un simple mito? Basta con ver a alguien que se ha pasado de copas para notar que todo en esa persona cambia, y es que el alcohol tiene, sin lugar a dudas, un fuerte efecto en nuestro cerebro. Pero, ¿es verdad que el alcohol mata neuronas? Sabemos que al menos es una creencia bastante difundida, pero como en Supercurioso no nos conformamos con eso, hemos decidido investigar un poco al respecto e informarte de todo lo que debes saber respecto a los efectos del alcohol en tu cerebro. ¿Te animas a descubrirlo? Acompáñanos.
¿Es verdad que el alcohol mata neuronas?
1. Los descubrimientos de Harper y Krill
En 1990 los investigadores Harper y Krill, neurólogos que investigaban las profundidades del cerebro humano, se toparon de frente con lo que les pareció un gran descubrimiento. Durante sus investigaciones les había tocado analizar el cerebro de varias personas que consumían alcohol con alta frecuencia, cuyos resultados compararon con los cerebros de personas que no consumían alcohol con regularidad. Harper y Krill descubrieron que aquellos que consumían alcohol con regularidad presentaban un número menor de neuronas que aquellos que no acostumbraban a beber alcohol frecuentemente. De hecho, fueron los resultados de esta investigación las que dieron inicios al mito de que el alcohol mata neuronas.
Actualmente, esta es una creencia popular altamente difundida pero que, puesta bajo la lupa de la ciencia, parece no ser del todo real. Así que, ¿qué ocurrió con lo que dijeron Harper y Krill? Ambos investigadores llegaron a esta conclusión de forma muy apresurada, pues, pese a lo que habían investigado, no había verdaderos indicios de que el alcohol matara neuronas. Ah, ¿entonces todos estamos a salvo? ¿Podemos beber y beber y no habrá ninguna consecuencia, al menos a nivel neurológico? Tampoco. Si bien el alcohol no mata nuestras neuronas, sí causa algunos daños significativos en nuestro cerebro.
2. Los efectos del alcohol en nuestro cerebro
Beber no matará nuestras neuronas como si se tratara de una película de Quentin Tarantino. No obstante, sí tiene importantes efectos a corto y largo plazo, sobre todo si lo consumimos con una regularidad excesiva y en grandes cantidades. Los efectos a corto plazo son conocidos por todos o casi todos, ya que la mayoría de nosotros o hemos estado bajo los efectos del alcohol o hemos visto a alguien en estado de ebriedad. Entre los más conocidos se encuentran desde la capacidad del alcohol de desinhibirnos, tendencia a tener conductas impulsivas, euforia y cambios de humor, hasta síntomas más físicos, como la pérdida del equilibrio o del control motor. Sin embargo, dejaremos estos de lado y nos iremos directamente hacia los efectos que el consumo de alcohol tiene en nuestro cerebro a largo plazo.
Quizá el hecho de que se expandiera la creencia popular de que el alcohol mata neuronas se debe a que, a largo plazo, el consumo excesivo de alcohol sí crea importantes deficiencias cognitivas en las personas. Es común que las personas alcohólicas presenten tendencias significativamente más altas de pérdida de memoria, trastornos de conducta, déficit de atención e incluso demencia. De hecho, las resonancias magnéticas de algunos estudios han determinado que los cerebros de las personas que tienen elevados consumos de alcohol incluso pueden llegar a encogerse.
Pero esto no es todo. Ya para 1994 se había descubierto que la cantidad de neuronas en la corteza cerebral (también conocida como «materia gris») era idéntica entre los bebedores y aquellos que no probaban una gota de alcohol. No obstante, en este mismo estudio se descubrió una importante deficiencia de «materia blanca» en los cerebros de los alcohólicos, que, aunque se trata de una materia menos esencial que la gris, no es ni mucho menos irrelevante. En la materia blanca, las células nerviosas se encontraban atrofiadas, presentando daños reversibles. Beber en exceso siempre es peligroso para nuestro cuerpo, ya que no solo el cerebro se ve afectado por el alcohol, sino también otros órganos.
3. El síndrome de Wernicke-Korsakoff
A la pregunta sobre si el alcohol mata neuronas ya respondimos de forma negativa, pero quedan otras incógnitas pendientes a este respecto. Y es que, si no mata nuestras neuronas, ¿entonces cómo se explica que los alcohólicos tengan mayor tendencia a sufrir trastornos asociados con la pérdida de nuestra capacidad cognitiva? Es en este contexto donde nos encontramos con el síndrome de Wernicke-Korsakoff, una enfermedad asociada al alcoholismo que conlleva la pérdida de neuronas y de capacidad cognitiva. El alcohol inhibe el acceso de tiamina al cuerpo, una especie de vitamina B, cuya falta deriva en la aparición de este síndrome.
4. ¿El alcohol mata neuronas durante la adolescencia?
Otro mito altamente difundido es que el alcohol mata neuronas fundamentales para el desarrollo del individuo durante la adolescencia y, de hecho, muchas investigaciones se han orientado en esta dirección. Pero, más allá de lo que popularmente se dice, ¿qué es lo que han descubierto? Tampoco durante la adolescencia el alcohol mata neuronas, pero no por ello deja de ser peligroso durante esta etapa crucial del desarrollo del individuo. De hecho, el consumo excesivo de alcohol durante la adolescencia puede causar gran impacto en el desarrollo del comportamiento del individuo y durante la memoria.
Y es que en esta etapa nuestro cerebro está en pleno desarrollo. De hecho, el lóbulo frontal no termina de desarrollarse hasta los 21 años, e ingerir grandes cantidades de alcohol durante la etapa de desarrollo puede causar deficiencias importantes no solo durante la adolescencia, sino durante la etapa adulta del individuo. Es por eso que no es recomendado beber alcohol durante esta etapa, para prevenir grandes conflictos que puede ocasionar en el desarrollo de la personas.
Tanto el hipocampo, la parte del cerebro encarga de la memoria, como el lóbulo frontal y el córtex prefrontal son profundamente vulnerables a los efectos del alcohol en esta etapa, y los daños que causa el licor en estas áreas son irreparables.
5. ¿Podemos beber libres de culpa y preocupaciones?
Ajá, ahora llegamos a lo que muchos estaban esperando, seguramente. Uno de los datos alucinantes sobre el alcohol es que nuevas investigaciones han descubierto que un consumo moderado de este incluso puede mejorar nuestras capacidades cognitivas. Sin embargo, incluso a sabiendas de esto el consumo excesivo de alcohol no es recomendado, pues puede que a nivel cognitivo no cause daños irremediables, pero hay otros órganos que sí se pueden ver duramente afectados por su consumo en grandes cantidades, y aquí es el hígado el gran protagonista.
Por lo tanto, no debemos abusar del alcohol, pero tampoco debemos dejarnos llevar por la idea de que el alcohol nos va a idiotizar, ni mucho menos dejarnos llevar por esos mensajes que indican que por cada cerveza mueren 10.000 neuronas. Nada más lejos de la realidad. Eso sí, evita siempre el consumo de alcohol durante la adolescencia, pues a esa edad puede ser grave para el desarrollo cognitivo del individuo. Más allá de eso, no hay grandes problemas si eres un bebedor social, e incluso la Organización Mundial de la Salud recomienda beber una copa de vino todos los días, pues esto puede ser muy ventajoso para tu organismo. De hecho, son muchos los beneficios de beber vino. Una copa diaria de esta bebida puede estabilizar el sistema nervioso y aliviar los síntomas de la depresión, contribuir con la salud de tu corazón, mejorar tu sistema inmune y hasta ayudarte a bajar de peso, gracias a su capacidad de inhibir la formación de nuevas células de grasa.
¿Qué te ha parecido nuestro artículo sobre si el alcohol mata neuronas? ¿Te esperabas que la respuesta fuera no? ¿Sueles consumir mucho alcohol? Y, ¿sabes que beber una copa de vino al día puede mejorar tu circulación? Déjanos tu opinión en los comentarios, ¡estaremos deseando leerte!