Sobre la vida y obra de Alejandro Magno es mucho lo que se ha escrito, filmado y dicho. Sin duda que se trata de uno de los personajes históricos más fascinantes, dueño de un aura de poder y supremacía que conquista a sus admiradores. Su avasallante personalidad que le permitió el ímpetu de conquistar imperios, sus esposas, amores y amigos, e incluso las leyendas sobre su muerte han protagonizado el trabajo de cientos de historiadores durante milenios. Pero hoy en Supercurioso nos hemos animado a profundizar en un vínculo del que aún es mucho lo que queda por descubrir. Se trata de la historia de Diógenes y Alejandro Magno. ¿No acompañas en este viaje por el saber? ¡Empecemos!
¿Quién fue Diógenes?
Ya es mucho lo que la historia ha condensado sobre la figura de Alejandro Magno, el más grande de los Reyes de Macedonia, conquistador del Imperio Persa y uno de los estrategas militares y políticos más brillantes de todos los tiempos. Pero, ¿Qué sabemos sobre Diógenes? ¿Y sobre la historia de Diógenes y Alejandro Magno? Pues empecemos por hablar del personaje menos conocido. Diógenes de Sinope, también conocido como Diógenes el Cínico, fue un filósofo griego que perteneció a la escuela cínica.
Siendo exiliado de su ciudad natal, se vio obligado a trasladarse hasta Atenas, donde terminó recibiendo formación de parte de Antístenes, el más antiguo pupilo de Sócrates. El encuentro entre Diógenes y Alejandro Magno ocurrió mucho después de aquel exilio. Ya estando Diógenes en Atenas, fue testigo del nacimiento, de la mano de su mentor, de la escuela cínica de la filosofía. Sus bases consistían en la creencia de que la civilización y su forma de vida eran un mal en sí mismo. Pensaban entonces que la única felicidad posible para el hombre, era aquel estilo de vida en el que lograra deshacerse de todo lo superfluo y superficial.
Fue así como se retiró a las afueras de la ciudad, para vivir conforme a sus propias creencias y apartado por completo de los convencionalismos sociales. El filósofo que defendía el contacto con la naturaleza y la simpleza como la mejor manera de transitar los años, vivía como un auténtico indigente. Dormía en el interior de una tinaja, comía y compartía el tiempo con una jauría de perros, y hacía todas sus necesidades en público. En efecto, un personaje como este parece no guardar ninguna similitud con el emperador que se erguía como el hombre más poderoso de la era. Pero la historia de Diógenes y Alejandro Magno tendría un pequeño punto de encuentro, bastante particular.
¿Cuál fue la historia de Diógenes y Alejandro Magno?
El episodio en el que Diógenes y Alejandro Magno se encuentran no está del todo comprobado por la historia. Sin embargo, muchos investigadores lo asumen como cierto. Uno de ellos es el historiador latino Plutarco, que en su obra Vidas Paralelas refiere este encuentro con una de las versiones más populares. Cuenta que sería en las afueras de Corinto donde se produciría la escena que, a pesar de su brevedad, constituyó la historia de Diógenes y Alejandro Magno y la hizo pasar al recuerdo.
Tras la muerte del Rey Filipo II y las votaciones hechas por la llamada Liga de Corinto, llegaba el momento para que Alejandro asumiese la comandancia del ejército griego, iniciándose así un ambicioso camino en la conquista de territorios y hombres. En aquel acontecimiento habían hecho presencia políticos, filósofos e intelectuales de toda Grecia, interesados en conocer y felicitar al hombre que de ahora en más, regiría sus destinos. Todos se agolpaban por acercarse a contemplar e incluso poder hablarle a Alejandro. Pero curiosamente fue él quien posó su mirada en Diógenes.
Se trataba de un hombre harapiento, un indigente. Pero a pesar de ello, en la ciudad todos reconocían como dueño de una sabiduría sin igual. Para Alejandro, el hombre era muy distinto a los maestros y sabios con los que solía codearse. Aún así, generó su curiosidad y con la grandilocuencia que le caracterizaba, le dijo que sólo tenía que pedirlo y cualquier deseo que tuviera sería inmediatamente cumplido. Diógenes lo miró y alcanzó a responder: una cosa bien pequeña. Apártate un poco, que me quitas el sol.
La interacción entre Diógenes y Alejandro Magno sorprendió a todos los presentes. Muchos consideraron aquella temeraria respuesta como un desafío, como un irrespeto al Rey, al hombre más poderoso de su tiempo. Pero Alejandro Magno, dueño también de una inteligencia sagaz, no lo vio de esa manera. Fue tal la conmoción que le generó la respuesta de aquel hombre humilde que vivía entre animales y en la más absoluta pobreza, que su reacción fue de admiración. Diógenes no ambicionaba con vincularse en las altas esferas del poder político, militar o económico. Simplemente quería disfrutar sin interrupciones de los rayos del sol. Tan es así, que Plutarco narra en la historia de Diógenes y Alejandro Magno, que este último confesó a sus acompañantes luego del encuentro, que si no fuera Alejandro, de buen grado fuera Diógenes.
Una segunda versión del encuentro entre Diógenes y Alejandro Magno
La segunda versión sobre la historia de Diógenes y Alejandro Magno, tiene una ligera diferencia. Se narra en ella que Alejandro partía rumbo al continente asiático, a ampliar sus dominios, cuando decidió detenerse en Corinto, atraído por la leyenda de un gran sabio que había convertido la pobreza en virtud. Estaba entonces Diógenes pensando en el interior de su barril, cuando Alejandro se aproximó a él. Interesado en conocerlo y afectado por sus condiciones de vida, le preguntó si podía hacer algo por él. A partir de acá la historia coincide. El filósofo solo le pediría al emperador que se apartara para no taparle el sol.
En definitiva, la historia de Diógenes y Alejandro Magno, en caso de que haya existido en realidad, no fue más que un momento. Un pequeñísimo instante en el que un sabio con creencias muy sólidas, se encuentra de frente con el hombre más poderoso de toda una era, y ambos, en sus diferencias y las particularidades de su grandeza, se reconocen.
Y cerramos con un pequeño dato curioso: Tan desaseado y abandonado era el estilo de vida del filósofo, que incluso en la actualidad se ha designado con su nombre a un trastorno del comportamiento, que se define por un absoluto abandono personal y una acumulación enfermiza de basura y desperdicios domésticos.
¿Conocías la historia de Diógenes y Alejandro Magno? Si te interesan los temas históricos, aprovecha de aprender un poco más sobre otra de las grandes figuras militares de la historia, para quien Alejandro Magno fue una gran influencia. Disfruta de este artículo sobre la vida del gran Napoleón Bonaparte.