Eckhard Hess fue no solo un experto en biología, psicología y oftalmología. Su profundo interés en la relación existente entre nuestra mirada y las emociones, hizo que ahondara en un tema que hasta entonces, nadie había deparado demasiado.

A pesar de que en el siglo XIX una parte de la ciencia se interesara en aspectos tan curiosos como la última impronta o imagen que queda en nuestra pupila al fallecer, Ekhard, se interesó de forma temprana por la psicología pupilar y los misterios que en ella subyacen.

Es un tema sin duda interesante y que deseamos explicarte, a pesar de que es muy posible que más de un aspecto ya te sea conocido. No obstante, cabe decir que muchos de los datos que a día de hoy disponemos sobre las pupilas, se los debemos sin duda a este estudiante alemán que llegó a Estados Unidos siendo muy joven y que, en 1943, asombró a psicólogos y científicos con sus asombrosos trabajos.

Eckhard Hess, el experto en los misterios de las pupilas

Eckhard Hess murió en 1986 después de haber ofrecido a la ciencia diversos estudios sobre las pupilas que nos enseñarían no solo la relación existente entre la psicología y la mirada, sino el poder de esas improntas pupilares para comprender muchos aspectos de nuestro lenguaje no verbal.

Estos, son una pequeña muestra de los estudios que nos dejó el doctor Hess en su aventura científica por conocer los misterios de las pupilas.

Cuando ves algo que te gusta

Eckhard Hess era profesor de psicología en la Universidad de Chicago, pero además, dado su interés en el campo de la oftalmología, colaboraba en un departamento de comportamiento animal donde estudiaba, por ejemplo, la unión que solía existir entre las crías de aves con sus padres por ser esa primera figura que veían a los pocos días cuando abrían los ojos.

rubia ojos azules

Eckhard adoraba a los animales, y por ello, era muy aficionado también a comprar libros sobre ellos para disfrutar de las fotografías. En una ocasión, su esposa le señaló algo interesante: que cuando veía determinadas imágenes sus pupilas se dilataban. El doctor Hess quedó tan intrigado por ello que al día siguiente, decidió hacer un experimento.

  • Pasó a sus alumnos varones una serie de láminas sobre objetos cotidianos, pero entre ellas, se escondían también algunas fotos de atractivas chicas Pin-Up.
  • Ahí estaba. Hess demostró dos cosas importantes: cuando vemos algo que nos gusta o nos atrae, la pupila se dilata. Cuando vemos algo que nos desagrada, la pupila se contrae.

Más tarde, afinó aún más sus estudios demostrándonos algo interesante: cuando estamos enamorados y miramos a la persona que nos atrae, la pupila también se dilata. 

ojo mundos paralelos

Cuando resuelves un problema…

Este dato también es interesante. Eckhard Hess demostró otro aspecto curioso sobre la dinámica pupilar:

  • Cuando estamos resolviendo un problema o cuando tenemos una preocupación para la cual, damos de pronto con una solución, nuestra mirada cambia. Cuando nuestra mente da con la respuesta más adecuada induce esta emoción al sistema vegetativo, y al instante la mirada se inunda con esa mancha oscura, con esa pupila negra que asoma con intensidad nuestra emocionalidad, nuestros sentimientos.

mirada

Los estudios de Hess nos demostraron que no solo la luz provoca cambios en la pupila, los estímulos internos asociados a la emoción, el miedo, la atracción sexual, el amor o la fascinación, son interruptores capaces de encender y apagar esta parte tan fascinante de nuestros ojos.

Así que ahora dinos… ¿has visto este detalle alguna vez en otra persona? ¿Has notado cómo se le dilataban las pupilas cuando estaba ante ti? No dudes dejarnos tu opinión y recordar nuestro artículo sobre el misterio de los ojos grises.