Hace ya muchos años que la música se viene utilizando con efectos terapéuticos. Bien es sabido que las melodías que escuchamos pueden influir en nuestro estado de ánimo. No en vano, cuando vemos una escena triste en alguna película, viene siempre acompañada de música que refleja la emoción de lo que se nos muestra. Ahora, a partir de la década de los noventa surge una teoría que, aunque no está aún validada plenamente por la comunidad científica, ha revolucionado el papel que juega la música en nuestras vidas: el efecto Mozart.
En Supercurioso hemos abordado en otras oportunidades al gran compositor austriaco. Curiosidades de Mozart abundan, como el hecho de que su padre, también músico, era el segundo maestro de capilla, en servicio del Príncipe Arzobispo de Salzburgo, su ciudad natal. También se cuenta que la hermana de Mozart era igual o más talentosa que él, pero tuvo que abandonar la música, pues para los convencionalismos de la época estaba mal visto que una mujer se dedicara a esta actividad.
El legendario Wolfgang Amadeus Mozart pasó indiscutiblemente a la historia, destacando entre los mejores músicos clásicos de todos los tiempos (cuyas personalidades puedes conocer más en profundidad en esta entrada de las mejores frases de músicos clásicos). Pero su música no es sólo disfrute. La teoría del efecto Mozart, desarrollada por el médico otorrinolaringólogo Alfred Tomatis nos habla de que las melodías creadas por este genio musical podrían hacernos más inteligentes. A continuación, te invitamos a descubrir con nosotros, qué es el efecto Mozart.
Efecto Mozart: ¿su música nos hace más inteligentes?
La teoría del efecto Mozart se basa en la hipótesis de que las composiciones del autor austriaco repercuten de manera muy positiva en el desarrollo de los bebés y niños. Incluso aborda la etapa de gestación como un momento ideal para la exposición a esta música. La teoría plantea fundamentalmente que la música de Mozart tiene efectos positivos en el aumento de la inteligencia y la cognición de bebés y niños. En adultos, habla de efectos positivos en el estado de ánimo, por lo que es usada con cierta frecuencia en el tratamiento de depresiones.
La mayor parte de los estudios que han abordado la teoría del efecto Mozart han basado sus investigaciones en la sonata K448 para dos pianos. También se han investigado otras composiciones para piano, cuya estructura, melodía, armonía y tiempo son similares. Esta teoría lleva a un punto de mayor especificidad la idea de que la música clásica tiene efectos terapéuticos en las personas.
1. El estudio que origina el efecto Mozart
Un estudio de campo realizado sobre un grupo de estudiantes fue la experimentación inicial tomada como evidencia para los defensores de la teoría del efecto Mozart. Fue realizado en 1993, bajo la dirección de la psicóloga Frances Rauscher. Se establecieron tres grupos de 36 alumnos cada uno. El primer grupo fue expuesto durante diez minutos a la sonata para dos pianos en re mayor KV 488/375a.
El segundo grupo pasó los mismos diez minutos escuchando instrucciones de relajación diseñadas para reducir la presión arterial. El tercero, se mantuvo en silencio. Transcurrido el tiempo de exposición al estímulo seleccionado, los estudiantes fueron sometidos a pruebas de razonamiento espacio temporal, y a otras pruebas manuales como doblar y cortar papel. El grupo de estudiantes que escuchó a Mozart, obtuvo en general puntuaciones más altas que los integrantes de los demás grupos.
2. ¿Por qué Mozart?
La música clásica en general es reconocida por múltiples beneficios, pero las composiciones de Mozart son las únicas que han escalado al nivel de desarrollar una teoría vinculada a la inteligencia. La música de Mozart se considera limpia, fresca e inocente, y estos adjetivos hacen que califique como la «favorita» de los bebés. Melodías puras, de sonidos armónicos, tonos y timbres particulares, son las características que hacen que esta música sea tan bien valorada para el segmento infantil.
Según los defensores del efecto Mozart, los sonidos captados por los bebés hacen que sientan que la música de Mozart es como si les «hablaran en su idioma». También se destaca que las composiciones de Mozart suelen tener frecuencias altas de los instrumentos, y estas ondas sonoras logran la estimulación del cerebro.
3. Ventajas del efecto Mozart para los niños
Como mencionamos, los defensores del efecto Mozart recomiendan la exposición a las composiciones del autor desde la gestación. Destacan beneficios concretos de este estímulo en bebés y niños. Veamos a continuación, algunos de ellos:
- Se determina que las composiciones de este autor estimulan las neuronas del crecimiento.
- Según diversos estudios, las melodías aumentan la inteligencia del pequeño, y elevan su coeficiente intelectual.
- La escucha de estas melodías durante el embarazo, facilita que el bebé desarrolle el lenguaje, el movimiento de su cuerpo, e incluso el ritmo.
- Algunas corrientes que apoyan la teoría del efecto Mozart, consideran que sirve para aumentar la capacidad de retención y memoria en los niños.
- Otras corrientes hablan de los beneficios del efecto Mozart en bebés prematuros. Refieren el hecho de que la escucha de estas composiciones ayuda a que los bebés aumenten de peso, lo que incrementa sus posibilidades de sobrevivir saludablemente.
- Además, se indica que estas composiciones son una maravillosa herramienta para estimular al bebé en etapas importantes de su desarrollo, como gatear, caminar, e incluso hablar.
Si bien no hay unanimidad de la comunidad científica en torno al efecto Mozart, sus defensores apuestan con firmeza a esta teoría como impulsora del desarrollo de la inteligencia y cognición en bebés y niños. Si a esto sumamos el crecimiento que durante los últimos años ha tenido la musicoterapia, tenemos que, aún a falta de acuerdo científico mayoritario, confiar en los resultados de exponer a nuestros bebés y niños a las composiciones de Mozart, ya que probablemente sean beneficiosos.
El efecto Mozart es sólo uno de los elementos que contribuye a la fama del compositor austriaco. Si bien se escapa de oscuras leyendas del mundo de la música clásica, como la de la maldición de la Novena Sinfonía, sobre él se tejen misterios que contribuyen a fortalecer su aura de genio. La muerte de Mozart, por ejemplo, es un enigma aún no develado. Fiebre miliar aguda, síndrome nefrítico, e incluso la posibilidad de un envenenamiento, son algunas de las hipótesis que pretenden explicar su muerte, que llegó temprana: sólo tenía 35 años.
Sus composiciones hacen de Mozart uno de los más grandes genios musicales de todos los tiempos, y el efecto Mozart no es más que otro de sus aportes a la cultura universal. Anímate a escuchar sus sinfonías, y evalúa tú mismo sus efectos en tu estado de ánimo.