Cuando alguien se mueve de forma nerviosa, no para quieto y hace gestos rápidos e inquietos con manos y pies solemos decir que tiene el baile de San Vito. Pero detrás de esta expresión encontramos una grave enfermedad y el agónico sufrimiento del mártir que le da nombre. En Supercurioso conocemos los detalles del macabro origen de este dicho.
De la ciencia…
En 1872, George Huntington publicó un artículo donde describía los síntomas de una compleja enfermedad: los pacientes que la sufrían presentaban movimientos exagerados y aleatorios de las extremidades y muecas repentinas e intermitentes.
Es lo que se conoce como la enfermedad o corea de Huntington, una grave patología genética con trastorno neuropsiquiátrico que suele darse en personas de mediana edad y tiene una progresión constante e ininterrumpida. Igual que el raro Síndrome de Marfan, la enfermedad de Huntington es hereditaria.
Los afectados por esta enfermedad sufren un desorden progresivo del cerebro que provoca que, paulatinamente, surjan movimientos involuntarios, aumenten los cuadros depresivos, se vaya perdiendo la capacidad de hablar y de pensar y se reduzca la coordinación hasta el punto de alcanzar posiciones y torsiones dolorosas durante horas.
Aunque en 1933 se descubrió que esta patología se debe a una mutación genética en el cromosoma 4, actualmente no existe tratamiento que cure la enfermedad ni que impida la progresión, por lo que lamentablemente la esperanza de vida para los enfermos es de 15 a 20 años.
…a la leyenda
Ahora que sabemos qué es realmente el mal de San Vito, vamos a descubrir por qué se le da este nombre. Para ello nos remontamos a la época del emperador Diocleciano, en Roma.
Cuenta la leyenda, que Vito, siendo niño, fue torturado junto a junto a su nodriza Crescencia y su tutor Modesto, por no renegar de su fe cristiana. El castigo impuesto por el emperador, después de que hubiera curado –curiosamente- a su hijo de la epilepsia que sufría, fue morir en un caldero con aceite hirviendo, un destino tan siniestro y cruel como el águila de sangre que ejecutaban los vikingos.
Pero, en lugar de gritar y agonizar, Vito empezó a bailar dentro de la olla, contagiando sus movimientos espasmódicos a toda la corte, como explica Miguel Fernández Garmón en su libro Con la cruz y los faroles (Origen y picaresca del dicho religioso).
No obstante, otros investigadores consideran que la danza del joven Vito fue la consecuencia de la misma cura del hijo de Diocleciano, quedando los movimientos epilépticos del infante dentro del cuerpo del mártir. De hecho, San Vito es invocado para sanar la epilepsia.
Otra explicación, más alejada de creencias, es la que sostiene que el baile protagonizado por el santo se debió a las convulsiones que sufrió por la propia dolorosa muerte, algo muy parecido a lo ocurrido en la epidemia de baile de 1518.
En cualquier caso, el mito del baile de San Vito en el caldero con aceite hirviendo se asocia a la enfermedad de Huntington debido a la similitud de los movimientos involuntarios de pies y manos que se atribuyen a ambos casos.
¿Qué te parece el uso de esta expresión para tan tremenda enfermedad? ¿Conoces a alguien que la padezca?