Ratko Mladic, conocido como el “Carnicero de Bosnia”, fue uno de los autores de una de las matanzas más abominables documentadas después de la Segunda Guerra Mundial: la masacre de Srebrenica, en la que fueron asesinados más de ocho mil hombres musulmanes, incluyendo a niños indefensos, durante la guerra de Bosnia en 1995.
Habrían transcurrido 15 años en los que el “Carnicero de Bosnia” vivió como prófugo de la justicia. Sin embargo, recientemente el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia dio con su paradero y lo condenó a pasar el resto de su vida tras las rejas. Fue juzgado por 11 cargos, incluyendo genocidio, crímenes contra la humanidad y traslado forzado. A continuación, te contamos la historia de Ratko Mladic, uno de los generales más sanguinarios del siglo XX.
¿Quién es Ratko Mladic, el «Carnicero de Bosnia»?
Los ojos de Ratko Mladic vieron por primera vez al mundo el 12 de marzo de 1943, en Božanovići (actualmente Bosnia y Herzegovina), mientras que el aire se cargaba de pólvora. Nació en una época turbulenta, en tiempos donde Europa se estremecía por la Segunda Guerra Mundial.
Este suceso marcó un antes y un después en la vida de millones de personas, pero en Mladic despertaría un lado oscuro, bestial, que más adelante desataría una hilera de tragedias. A su padre lo asesinaron en aquel conflicto mundial cuando tenía apenas dos años de edad. Y aunque tal vez era demasiado pequeño para recordarlo, la trágica muerte de su progenitor, quien batallaba contra tropas hitlerianas, lo perturbó para siempre. Se convirtió en un sujeto de carácter duro, nacionalista y belicoso, que a los 15 años decidió formarse en el ejército.
El «Carnicero de Bosnia» escaló varias posiciones durante su carrera militar, hasta lograr el título de Comandante en jefe del VRS (Ejército de la República Srpska). Se reputó como uno de los generales más viles de la Guerra de Bosnia por sus actuaciones en el asedio de Sarajevo, en el cual murieron miles de personas, bajo la execrable orden de Mladic de quemar sus cerebros y bombardearlos “hasta que enloquezcan”.
Mladic, siendo un nacionalista férreo, desempuñó todo su odio hacia los musulmanes de origen turco para “limpiar” Bosnia y Croacia, convencido de que establecería un Estado serbio puro. Con estas ínfulas dirigió la masacre de Srebrenica en 1995, donde más de ocho mil hombres y niños -en edades comprendidas entre 12 y 77 años- fueron forzados a salir de casa para ser trasladados en camiones hacia unos terrenos aislados. Allí los obligaron a tumbarse al suelo, donde las fuerzas comandadas por Mladic los fusilaron a mansalva.
Según cuentan algunas fuentes cercanas al “Carnicero de Bosnia”, el suicidio de su hija de 23 años, Ana Mladic, estudiante de medicina, endureció todavía más el espíritu de Ratko Mladic. Tras la tragedia familiar, el exjefe del VRS se convirtió en un hombre mucho más violento. El dolor que le provocaba saberse responsable de aquella decisión, lo atormentaban. Pues, la jovencita tomó el armamento de Mladic y la accionó contra sí misma al sentirse avergonzada por todo el daño que su padre había hecho.
Su deceso ocurrió un año antes de la matanza, por lo que testificaron personas asociadas a Mladic que el “Carnicero de Bosnia” entró en negación, y responsabilizó a sus enemigos (los musulmanes) de la muerte de su hija. Se especula que obsesionado con esta idea, planeó y ejecutó el genocidio de dimensiones dantescas en Srebrenica que se suma a los 11 cargos por los que la corte emitió la condena de cadena perpetua, a sus 74 años de edad.
La justicia demoró en llegar, pero finalmente el “Carnicero de Bosnia” será castigado por los terríbles crímenes que le hicieron merecedor de su seudónimo. ¿Qué te ha parecido su historia? nos hizo recordar un artículo anterior, sobre los 4 terribles genocidios históricos que quizá no conocías.