Si el boxeo ya es de por si una disciplina dura y exigente en la que un despiste puede ser un gran «quebradero de cabeza», imagínate un combate excesivamente largo. En 1893 se disputó en Nueva Orleans el combate de boxeo más largo de la historia conocida.
En este combate se enfrentaron Andy Bowen y Jack Burke durante 110 asaltos. El combate se prolongó nada más y nada menos que 7 horas y 19 minutos algo que parece increíble en comparación con la duración actual de los combates que no suele llegar a la hora. Cuentan las crónicas de la época que Burke se rompió las dos muñecas y muchos de los huesos de sus manos, pero que no paro hasta que el árbitro dio el combate por empate.
El enfado de la multitud fue comprensible, llevaban muchas horas esperando al ganador, con muchas apuestas en juego, pero finalmente se declaró nulo.