Tan hermoso y tan fugaz, solo dura 8 semanas… El jardín holandés Keukenhof, ubicado en Lisse, entre La Haya y Ámsterdam, Países Bajos, es un sitio de gran interés turístico por, sencillamente robar el aliento de todo aquel que lo visite. La belleza del lugar y la enorme variedad de colores, aromas y flores que lo adornan lo hicieron merecedor del título “el jardín de Europa”. ¡Acompáñanos a conocerlo!
El jardín holandés Keukenhof
Existen dos tipos de personas en el mundo: las que sueñan con tener una alberca en casa, con asador incluido, y los amantes de la jardinería que prefieren -antes que la alberca- disponer de un amplio jardín para sembrar y contemplar a diario flores con los matices más encantadores disponibles en el mercado… ¡girasoles, hortensias, dalias, narcisos y claveles!
Pero al menos una cosa va a la par, aunque ni las flores ni la jardinería en general sean de tu interés, no hay quien se resista al paisaje que nos regala el jardín holandés Keukenhof, uno de los parques más impresionantes en toda Europa, que solo dura 8 semanas.
Keukenhof, traducido en neerlandés como “Jardín de la cocina”, parece un lugar extraído de un cuento de hadas que se extiende a más de 32 hectáreas de una belleza sin igual. De sus tierras germinan los colores más vibrantes que la naturaleza puede ofrecer exclusivamente en tiempos de primavera.
Por ello, Keukenhof abre sus puertas solo en abril y mayo para que turistas de todo el mundo se deleiten con el gigantesco parque floral que nos invita a soñar y a danzar en un enorme jardín de tulipanes.
Pero los tulipanes no son los únicos protagonistas en el paraje turístico, a este espectáculo se le suma una extraordinaria colección de flores e híbridos de distintas especies… narcisos, rosas, azucenas, lirios, orquídeas, jacintos, entre otras floraciones que forman parte de los 7 millones de bulbos exhibidos en Keukenhof, con diseños audaces que varían cada año.
Es de esperarse que los aromas en Keukenhof sean igualmente embriagadores que su colorido, sobre todo si su fragancia fue precisamente la inspiración que dio nombre al parque holandés. Cuenta una historia que la noble Jacoba de Baviera, antigua dueña de estos terrenos, lo bautizó como “el jardín de la cocina” al asociar la esencia de las hierbas de estas tierras con el olor característico de la cocina de su palacio. Tras la muerte de Jacoba, la propiedad fue vendida a unos comerciantes que cautivados por los encantos Keukenhof, contrataron a un grupo de talentosos paisajistas para que diseñaran cómo luciría el paisaje.
Así es, si visitas Holanda no dudes en conocer Keukenhof, presenciarás una genuina obra de arte diseñada por el hombre y dibujada por la naturaleza. El camino hasta Keukenhof es de aproximadamente media hora si partes desde La Haya, Leiden o Ámsterdam ¿te animas a visitarlo?
Imágenes: almeretour, thousandwonders.