Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, durante la etapa de la «Guerra fría», los líderes de la U.R.S.S. temían, sobre todas las cosas, un ataque nuclear. Este temor les llevó a la construcción de búnkers, algunos de los cuales puedes visitar si vas a Moscú y, aunque no se ha podido probar, a la construcción de una línea secreta de suburbano: el llamado Metro-2.
El Metro nº2 de Moscú: La línea secreta
La construcción de este segundo metro, de funcionamiento paralelo al primero, fue presuntamente iniciada por Stalin. El nombre que le daba la KGB en clave era D-6. En diversas ocasiones se ha preguntado a los responsables del metro de Moscú por esta secreta línea de metro y ellos, curiosamente no han afirmado ni negado.
Esta línea alternativa se habría construido para facilitar la comunicación y proteger la vida de las personas de alto rango del Gobierno de la extinta URRS. Uniría el Kremlin con el aeropuerto gubernamental, con el Servicio Federal de Seguridad y con una supuesta ciudad subterránea llamada Ramenki, entre otros lugares vitales para el gobierno del país. Ante el temor de un ataque nuclear se construyeron refugios-búnkers para los gobernantes dentro y fuera de la ciudad, y una linea de metro especial para trasladarlos y poder moverse entre los centros de mando que quedarían bajo tierra.
Muchos moscovitas creen firmemente en la existencia de esta línea secreta. Los motivos por los que aseguran que realmente existe este segundo metros son, entre otros, el hecho de que habían personas que afirmaban haber trabajado en su construcción y que en Moscú hay tapas de pozos y salidas de ventilación que no se corresponden con el trazado del metro oficial. También mencionan que en algunas fotografías del Kremlin, tomadas en los años 70, se ve abierta una galería como las que se utilizan para la construcción del metro. Además, por todo Moscú, hay restos de estas galerías y pozos de ventilación en apariencia abandonados, pero muy protegidos, y en los que es imposible adentrarse. Incluso dentro del metro oficial hay escaleras y puertas que no parecen llevar a ningún sitio.
Existe un grupo de «exploradores» del metro que buscan este segundo suburbano y hablan de una gran puerta bloqueada, al final de un ramal inhabilitado, entre las estaciones de Sportívnaya y Universitet. Asimismo, ex-espías de la antigua URSS dijeron que esta línea existía. Personas cercanas al gobierno que han hecho declaraciones a la prensa, confirmaron, aunque quitándole importancia, la existencia de este segundo metro, que se mantiene en secreto por razones de seguridad.
Y tú, ¿crees que existe realmente este segundo metro en Moscú? Si te interesan las historias de la Guerra Fría, quizá quieras conocer al hombre que salvó el mundo en 1983.