Agatha Christie tuvo una vida tan apasionante y llena de misterio como las novelas que salieron de su prolífica pluma. La llamada Reina del Crimen o Madre de la novela negra tiene también un lugar de culto, la habitación 411, al que acuden sus fans para conocer uno de los sitios que ella adoraba, el Hotel Pera Palace de Estambul.
El Orient Express y la habitación 411
Todo comenzó en el año 1926. En ese momento, muchos aristócratas y ricos de todo el mundo se daban cita en Estambul como destino final de una de las rutas de ferrocarril de largo recorrido más lujosas y exóticas de aquellos años, el Orient Express. Esta ruta, inaugurada en 1883, fue tomando más pujanza tras el final de la Guerra Mundial y la apertura en 1919 de una ruta alternativa que unía Suiza e Italia, evitando tener que pasar por Alemania. Es en ese momento de auge del Orient Express cuando Agatha Christie viaja en el mítico tren y se aloja en el espectacular Hotel Pera Palace en Estambul, concretamente en la habitación 411.
Fascinada por el exotismo y el encanto de la ciudad, Agatha Christie se encerró en la habitación 411 para escribir lo que sería el primer borrador de un de sus novelas más conocidas, “Asesinato en el Orient Express”, novela publicada en 1934.
La habitación 411: la habitación de Agatha Christie
Tal fue la impresión que la ciudad de Estambul y el hotel causaron en la escritora que volvió en repetidas ocasiones, alojándose siempre en la habitación 411. Una habitación que puede ser ocupada hoy en día por los viajeros que la reserven, pero que está dedicada a la memoria de Agatha Christie que guarda, al igual que todo el hotel, el glamour y el lujo de los hoteles de finales del siglo XIX gracias a una sugerente mezcla de Oriente y Occidente.
En sus estancias, Agatha Christie solía pasear por las calles de Estambul, escribir en su habitación, almorzar en el Grand Orient, el lujo bar de hotel, tomar el té y seguir escribiendo hasta la hora de la cena.
¿El espíritu de Agatha Christie sigue viviendo en la habitación 411?
En principio podemos decir que sí, que los dueños del hotel mantienen vivo su recuerdo al decorar la habitación con un gran retrato de la escritora y una colección de sus mejores novelas. Pero hay quien ha ido más allá y ha invocado al espíritu de Agatha Christie para comunicarse con ella. Concretamente, el 7 de marzo de 1979, una pitonisa norteamericana, Tamara Rand, dijo haber contactado con el espíritu de la escritora en la habitación 411. La pitonisa dijo además haberle sido revelado que dentro de la habitación, bajo el suelo, estaba escondida la llave de un baúl en el que se encontraba guardado su diario. La llave nunca apareció y la historia permanece como una de las anécdotas de la misteriosa habitación 411.
En octubre de 2015 se ha celebrado en este hotel el Festival de literatura negra, teniendo como uno de sus puntos fuertes la conmemoración del 125 aniversario del nacimiento de Agatha Christie.
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