Estamos muy cerca del Triángulo de las Bermudas. Una zona donde, además de las peligrosas corrientes del Golfo, se arremolinan también cientos de historias satinadas por el misterio y la leyenda. El mar de los Sargazos inspira miedo y respeto, hemos de pensar que esta regíón marítima tiene un tamaño muy parecido al de Australia. Es grande y, a su vez, está enmarcado por peligrosos y extraños límites: la corriente del Golfo al oeste, la del Atlántico al norte y las corrientes ecuatoriales del sur.
Cristobal Colon fue uno de los primeros en ofrecer testimonio de esta zona tan peligrosa. Tiempo después, llamarían al mar de los Sargazos, el «cementerio de barcos» o «el infierno verde».
El mar de las algas, el «infierno verde»
Fueron los portugueses quienes eligieron el apropiado nombre de «Sargazos», unión entre los términos alga y mar. La razón de esta llamativa denominación se debe a las extrañas e impresionantes algas que se desarrollan en esta zona. Son inmensas y flotan en la superficie como cabezas hinchadas, como largos brazos flotantes que se sostienen gracias a vejigas llenas de gas, que dominan muy frecuentemente el horizonte. De hecho, hay constancia de que a menudo los barcos portugueses tenían serias dificultades para avanzar por esta zona. Quedaban encallados, frenados por esas algas gigantes adaptadas por completo a vivir en el océano y a flotar en la superficie.
Cabe señalar, además, otro curioso fenómeno. Debido a la fuerza de sus tres corrientes, el agua del mar de los Sargazos dispone de forma ovalada y gira en el sentido contrario a las agujas del reloj, haciendo además que su nivel de agua sea casi un metro superior al de las aguas del Atlántico que lo rodean. Increíble.
El mar favorito de muchas criaturas marinas
En el siglo XVIII y XIX las personas se preguntaban por qué nunca se encuentran crías de anguilas en los mares europeos. ¿La respuesta? El mar de los Sargazos. La presencia de estas cálidas aguas y de esas llamativas algas «Sargassum», hacen de él un escenario idóneo para muchos animales, como las anguilas, que aprovechan esta singularidad tan especial para tener a sus crías. Es por ello que la cultura popular de los siglos pasados pensaba que en aquella zona existían, además, extrañas criaturas marinas como el Kráken (algo totalmente erróneo, puesto que no hay excesiva profundidad en el mar de los Sargazos).
Desapariciones de barcos en el mar de los Sargazos
Se dice que son cientos las embarcaciones que este mar se ha llevado a sus entrañas. El influjo de esas tres corrientes marinas hizo que, ya desde tiempos de Cristobal Colon, se llamara al mar de los Sargazos «el infierno verde», «cementerio de barcos», el «mar del miedo» o «la latitud de los caballos». ¿La razón? Porque muchos de los barcos que quedaban atrapados o encallados en esta zona durante semanas, se veían tristemente obligados a sacrificar a los caballos, que traían consigo en las naves, para alimentarse. Terrible.
Era muy común también cruzarse con navíos fantasma, con embarcaciones que iban a la deriva con todos sus tripulantes muertos de inanición, al quedar, no sólo atrapados, sino perdidos en un mar del que no podían salir. En el horizonte, los marinos sólo podían ver suspendidas esas criaturas verdes, a esas algas gigantes que dormitaban tranquilas como criaturas de otro mundo, expectantes y custodiando un secreto que nunca pudieron comprender.
Si te interesa toda la mitología construida alrededor de este misterioso lugar, no puedes pasar por alto el libro del escritor inglés William Hope Hodgson, «El Mar de los Sargazos». Varias historias que te fascinaran y que erizarán tu piel, siempre y cuando seas un amante de los misterios marinos.
¿Te atreves?
Si te ha gustado esta historia, no te pierdas tampoco la triste leyenda del Octavius.