En mayo del 2014, un padre y su hijo publicaron un vídeo que causó cierto impacto en EEUU. Andrew Ballard navegaba tranquilamente con su barco por el lago Michigan. Era una mañana luminosa y despejada, en la que la calma lo invadía todo, cuando, de pronto, empezó a levantarse una espesísima cortina de niebla que avanzaba hacia ellos como un muro sobrenatural. No podían creer lo que estaban viendo, así que para dejar testimonio recogieron la imagen de inmediato con la cámara y no tardaron en enviar el vídeo a periódicos locales. Seguidamente te mostramos las espeluznantes imágenes:
Para muchos, no es más que uno de tantos fenómenos que dibujan ese singular triángulo que contiene el lago Míchigan. Otro rincón habitado por el misterio como el triángulo de las Bermudas o el triángulo japonés de el mar del Diablo, de los que ya te hemos hablado en Supercurioso.
Estamos seguros de que te va a encantar conocer más datos sobre este rincón tan especial de nuestro planeta.
El Triángulo del Lago Michigan
Es impresionante. El lago Míchigan es uno de los cinco grandes lagos de Norteamérica y, a su vez, el quinto más grande del mundo. ¿Su profundidad? 281 metros. Dispone de bellísimas playas de arena blanca, teñidas de un bonito misterio. Las llaman arenas cantantes porque tienen un alto contenido en cuarzo y cuando uno anda sobre ellas, emiten un peculiar sonido.
Paisajes extraordinarios y una belleza natural que concentra gran actividad turística y económica. Aunque el misterio y la tragedia también se inscribe desde siempre en este viejo lago, que ha visto crecer ciudades inmensas al borde de sus límites. Podemos empezar nuestro relato de lo singular con las dunas, con sus preciosas dunas. No hace mucho se «tragó» a un niño pequeño, algo tristemente frecuente. ¿La razón? Las dunas del lago Michigan se llenan de agujeros que aparecen y desaparecen misteriosamente por sí solos. Los geólogos nos dicen que esto se debe a los árboles en descomposición que hay aún bajo esas arenas, el suelo se vuelve de pronto inestable y puede provocar que se abran de improviso agujeros de hasta 6 metros. Terrorífico.
Y ya son varias las personas que han perdido la vida con este curioso fenómeno. Aunque aún hay más. Existe un sorprendente libro escrito por un historiador marino llamado Dwight Bower. En «Strange Adventures of the Great Lakes», Bower nos hablaba ya de la oscura leyenda de lo que él denominaba «el Triángulo de Michigan». Explicaba, por ejemplo, cómo desaparecían los barcos a lo largo de estas aguas contenidas en este triángulo que tan fácilmente puede trazarse en un mapa.
Nos habló del Capitán George Donner, que desapareció con su barco cuando debía ir a entregar su carbón. O conocida fue también la desaparición de la goleta Rosa Bella, con toda su tripulación y sus pasajeros, todos ellos miembros de una especie de secta llamada «Benton Harbor Casa de David». Fue en 1921 y no se supo nada de lo ocurrido, hasta que en el mes de octubre se encontraron sus restos. Nadie pudo entender qué había ocurrido, puesto que según se describió, el barco parecía haber colisionado con algo, la popa estaba destrozada y la cabina arrancada.
Algo parecido ocurrió con el «Strange», otro buque que se hundió en la misma zona y que reapareció semanas después completamente destrozado. También fue muy conocida la pérdida de la goleta Thomas Hume, el 21 de mayo de 1891. Debía cruzar el lago Michigan para recoger una carga de madera, pero nunca llegó. Sus marineros y su capitán desaparecieron sin dejar rastro. Nunca se supo de ellos ni de su nave.
Estos relatos podríamos considerarlos actos fortuitos, accidentes y desapariciones que entran dentro de lo habitual. Pero es algo constante en el tiempo. Las desapariciones y los accidentes aéreos suelen ser muy habituales en esta zona del mapa de E.E.U.U. Uno de los incidentes más famosos fue lo ocurrido con el vuelo 2501 de Northwest Airlines, en 1950. Salió de Nueva York con 53 personas con destino a Minneapolis y dejó de ser visible al llegar al Triángulo de Michigan.
Los testigos declararon haber visto una luz intensa aquella noche de tormenta del 23 de junio, cuando el avión comercial desapareció. Un jubilado de la armada de los Estados Unidos que estaba en el asilo del «Sur Tribune», declaró que había visto el avión en el cielo sobre la media noche, pero que segundos después, un destello lo envolvió para hacerlo desaparecer. Inquietante, sin duda, pero también trágico, puesto que unas semanas después, se vieron partes del fuselaje flotando en el lago. Nunca se pudo determinar qué había causado ese accidente.
Cabe destacar además, que los amantes de la Ufología también tienen en el lago Michigan un escenario de referencia para registrar avistamientos, puesto que son muchos los testigos que afirman haber visto platillos sumergirse en las aguas del lago o sobrevolar las inmediaciones.
¿Simple fantasía? ¿Casualidades fatales? Sea como sea, seguiremos expectantes ante las noticias que aparecen sobre el lago Michigan. Un lugar tan bello como extraordinario.