Hay lugares que, aunque tengan un origen modesto o sin mayores vuelos de ambición, parecen estar destinados a la grandeza, o al menos a grabarse en las páginas de la historia. Es el caso de este legendario cabaret parisino que se emplaza en el vistoso barrio rojo de la ciudad, y que a lo largo de más de un siglo de historia ha pasado por las más diversas y curiosas etapas. Burdel encubierto a sala de espectáculo con cenas, la historia del Moulin Rouge forma parte del alma de París. Desde que la película con el mismo nombre se estrenó en el año 2001, se universalizó aún más este lugar, siendo un portal para asomarnos al mundo de la noche a finales del siglo XIX. Acompáñanos en Supercurioso a hurgar en los más interesantes secretos del épico Moulin Rouge.
La historia del Moulin Rouge
La historia del Moulin Rouge dio sus primeros pasos hace más de un siglo. Fue exactamente en 1889 cuando Joseph Oller y Charles Zidler, inspirados por el éxito de las danzas en el Elyseé de Montmatre, se animaron a abrir las puertas de un nuevo lugar; un cabaret, un teatro, al que llamarían «El Palacio de la mujer». En efecto, Oller aseguraba que quería crear «el mayor y más hermoso de todos los cabarets, un templo dedicado a las mujeres, a la danza y el Can-can». Así, el Can-Can fue uno de los bailes que cambiaron la historia, ya que consistía en una coreografía en que las bailarinas alzaban las piernas y bailaban enérgicamente, moviendo sus faldas y mostrando su ropa interior.
Pronto el lugar fue creciendo en popularidad, y en aquella París festiva, alegre y liberal, el Moulin Rouge se convirtió en el punto de encuentro entre los señores de cómodos recursos económicos y las jovencitas alegres, bailarinas y sensuales. La historia del Moulin Rouge, sin embargo, no empieza de cero. La sede del legendario cabaret era la misma que antes había ocupado un viejo club de mala reputación conocido como La Reine Blanche. El reto de los emprendedores se duplicaba entonces. No solo debían hacer un lugar de nivel y calidad, sino además borrar la mala fama que precedía al local. La decoración fue trascendental para el logro de esa meta. Y, ¿Cómo lo hicieron? Pues, ¡Con un molino!
1. ¿Por qué un molino?
La historia del Moulin Rouge no sería la misma si en vez de un molino se hubiese puesto una torre, una figura de mujer o un simple letrero. Oller y Zidler lo pensaron muy bien antes de instalar un molino de madera que pintaron de rojo, simbolizando los orígenes rurales del cercano barrio de Montmatre. Esta estructura se convirtió en un icono identificable que atrajo rápidamente a los visitantes. Más tarde, también comprarían e instalarían un gran elefante de madera en los jardines —elemento que se representó en la película protagonizada por Nicole Kidman y Ewan McGregor— Este elefante contaba con unas escaleras que llevaban a su interior, donde se realizaban sensuales danzas del vientre para espectadores varones.
2. El contexto del esplendor del Moulin Rouge
Cuando hablamos de la historia del Moulin Rouge, inevitablemente nos referimos también a la belle époque parisina. Una ciudad que vivía el esplendor de su prosperidad, estaba también sumida en los diferentes laberintos del arte. Era el epicentro en el que pintores, escritores y artistas de todo tipo querían permanecer. Era además una época de sensualidad y libertades, en la que el amor era libre y se experimentaba a gusto. Por si fuera poco, eran los años del opio, de la absenta y la liberación completa de muchos prejuicios.
Aunque muchos creen lo contrario, la historia del Moulin Rouge no es la de un burdel, sino la de un cabaret en el que se ofrecía sensualidad. Que de allí se pasara a mayores intimidades, era asunto de cada bailarina. El hecho es que su escenario era el lugar en el que las mujeres más sensuales encantaban al público con sus contoneos. Y aquellas que así querían y se encontraban con un cliente dispuesto a ello, ofrecían bailes privados en el interior del elefante del que te hablamos.
3. Sus personajes más famosos
Fueron también muchos los personajes célebres que formaron parte de la historia del Moulin Rouge. Uno de los más destacados, y además responsable del primer afiche que se hizo sobre el cabaret, fue el pintor Henri de Toulouse-Lautrec. Hijo de primos hermanos, nació con graves problemas de salud que afectaban su estructura ósea. Enfermo, Henri desarrolló el torso de un adulto, pero mantuvo las piernas del tamaño de las de un niño. Preso de las burlas más crueles, se refugió en el arte y en estilo de vida bohemio, y de allí fue a dar al Molino Rojo, al que acudía todas las noches para dibujar las diferentes escenas de bailarinas y clientes, y embriagarse con absenta.
Otro de los personajes que marcan la historia del Moulin Rouge y sus mejores tiempos de gloria fue la sensual Louise Weber, reconocida por el apodo de «La Gouloue», que en francés significa «La Glotona». Esta bella mujer inició su carrera como bailarina a los dieciséis años y brilló durante años en los escenarios del Moulin Rouge. En 1895, La Gouloue ya era «La Reina del Can-Can». La fama la llevó a dejar el Moulin y crear su propio cabaret, pero fue un terrible error. Se quedó en banca rota y se hundió en una profunda depresión, agudizada por el alcoholismo.
Por último, Jacques Renaudin, bailarín de Can-Can y pareja en el escenario de La Gouloue, también fue parte de la era de mayor gloria en la historia del Moulin Rouge. Su nombre artístico era Valentin «le desossé». Su apodo (el «deshuesado», «sin huesos») viene de su asombrosa elasticidad, que le permitía realizar increíbles pasos de baile y contorsiones. Este misterioso personaje nunca aceptó una remuneración económica por sus actuaciones. En 1895 dejó el Moulin por razones desconocidas y jamás se volvió a saber de él.
4. La historia del Moulin Rouge hasta hoy
El que fue el cabaret más popular de todo París, si bien no goza de sus glorias pasadas, se ha ganado una quizás más trascendente: la del paso del tiempo. El Molino Rojo se transformó. En primer lugar, se convirtió en una sala de espectáculos de moda, luego en un cine. Desde los años 50 y hasta la actualidad, funciona bajo un formato de cenas con espectáculos de alto nivel musical.
Y tú, ¿Conocías la historia del Moulin Rouge? ¿Sabías que había sido conocido como un burdel encubierto? ¿Te gustaría visitarlo? Déjanos tus opiniones en un comentario. ¡Estaremos encantados de leerte! Y mientras tanto, te dejamos con esta selección de otros extraordinarios lugares para ver en París, la ciudad de la luz.