Resulta curioso como el mundo de la literatura y de los cuentos, nos han traído perfiles de personalidad con los cuales muchos se han identificado a lo largo de la historia de un modo u otro. Seguramente ya has escuchado en más de una ocasión lo del síndrome de Peter Pan, sobre esos hombres que se niegan a crecer o a asumir responsabilidades de la vida adulta.
Pero, ¿conoces también el llamado complejo de Wendy? Hablemos hoy sobre estos dos perfiles aceptados dentro de la «psicología popular», puntualizando que no conllevan ningún tipo de problema médico o psiquiátrico. No son trastornos mentales ni están definidos en ningún manual como el DSM-V o el CIE-10.
Son, simplemente, comportamientos comunes, modos curiosos con los que enfocar la vida y que hasta tú mismo has podido llegar a ver en más de una ocasión en personas que te rodean.
Síndrome de Peter Pan
Esta idea adquirió cierta popularidad social tras que en 1983, se publicara un libro llamado «The Peter Pan Syndrome: Men Who Have Never Grown Up («El síndrome de Peter Pan, la persona que nunca crece») , escrito por el doctor Dan Kiley. Bien, comúnmente se suele asociar este perfil al género masculino, pero en realidad, podemos aplicarlo perfectamente a los dos géneros. Tanto hombres como mujeres pueden demostrar en más de una ocasión este tipo de comportamientos:
- Personas que ven de modo negativo no solo la idea de envejecer, sino que se niegan a asumir competencias adultas y maduras porque ello, se asocia a su vez a la idea de ser responsable. De ser mayor, de crecer y dejar a un lado la juventud.
- Suelen tener muchos problemas para mantener una relación de pareja,
- Temen a la soledad, prefieren disponer de un sinfín de amigos a pesar de que dichas amistades, son en ocasiones vacías y con escaso vínculo.
- Por lo general, muestran una autoestima bastante baja. Son dependientes de los demás y se obsesionan con lo que otros puedan decir o pensar de ellos.
- La idea de madurar, de ser responsables, les asusta, es como un modo de que les corten las alas y su propia libertad.
- Disponen de una tolerancia a la frustración muy baja.
- Son egocéntricos, anteponen siempre sus propias necesidades.
- Son irresponsables, carecen de iniciativa.
El complejo de Wendy
Podríamos decir que a día de hoy, el complejo de Wendy ya no es tan frecuente. Lo veíamos más en generaciones anteriores, en mujeres que necesitaban ante todo, satisfacer a la otra persona y en especial a su pareja para demostrarle así su afecto y su amor. Si recordamos la novela de Peter Pan, verás de inmediato al personaje de Wendy Darling como a esa muchacha que no sólo se vuelca en cuidar de sus propios hermanos, sino que además, su unión emocional y de protección se dirige también hacia todos los «niños perdidos»
De un modo metafórico, Wendy se convierte casi en la madre de “Peter Pan”, asumiendo muchas responsabilidades para cuidar de él, prometiéndole, por ejemplo, que le visitará cada primavera para limpiar y ordenar su casa, y para hacerle compañía. Ante un niño que se niega a crecer, Wendy asume más que el papel de «pareja», el papel de madre. Veamos algunas características, dimensiones que como decimos, han perdido un poco su intensidad en la mujer de hoy en día.
- Son mujeres que se autosacrifican por los demás, por sus hijos, maridos y familia perdiendo su propia autoestima.
- Asumen un papel materno y paterno con sus propias parejas.
- Buscan ante todo cuidar de los demás, y en especial de sus parejas. Es así como conciben el amor, son, por así decirlo, las compañeras perfectas para hombres inmaduros.
- Suelen sufrir un gran complejo de inferioridad, temen que llegue un día que ya no sean útiles y que sean abandonadas.
- Son conscientes de que las personas a quienes cuidan y protegen, abusan de ellas, pero aún así, no pueden evitar hacerlo.
- Pueden llegar a hacer por los demás cosas que van en contra de ellas mismas, pero lo asumen. A pesar de que ello les aporte frustración y desesperanza.
Como ves, son dos fenómenos sociales que todos hemos visto en alguna ocasión. Personalidades que no siempre encuentran la verdadera felicidad y que tampoco saben ofrecerla de modo saludable. ¿Conoces a alguna persona con el síndrome de Wendy o el complejo de Peter Pan? Si te ha gustado este artículo conoce también el síndrome de Hikikomori. ¡Sorprendente!