Es probable que en algún momento de nuestras vidas hayamos tenido pánico a hablar en público o que nos genere ansiedad el cambio de escuela o trabajo. Tranquilo, esto que experimentamos es una conducta usual e incluso estos problemas pueden generar las fobias más comunes que conocemos. No obstante, a finales del siglo XX, un fenómeno inició a sorprender a muchos de los hogares en Japón, el conocido síndrome Hikikomori… Jóvenes que se encerraban en sus casas para nunca más salir.

En Supercurioso ya te contamos qué es una fobia y cuáles eran sus tipos y causas, pero el síndrome Hikikomori va mucho más allá. Te invitamos a descubrir por qué se produce este síndrome y que consecuencias acarrea una total desconexión social. ¡Acompáñanos!

¿Qué es el síndrome Hikikomori?sindrome de hikikomori

Como te contamos, a finales del siglo XX, las primeras personas que padecían el síndrome de Hikikomori se detectaron. Por esa época Japón iniciaba a enfrentar un acelerado crecimiento industrial y urbano, por lo que las ciudades más grandes iniciaron a poblarse con mayor intensidad. Los cambios sociales que experimentaron las personas, en algunos casos llegaron a ser drásticos, fue así como jóvenes en su mayoría entre 15 y 22 años iniciaron a recluirse en la comodidad de su hogar por temor a explorar un mundo que estaba transformándose.

La palabra «Hikikomori» significa en japonés estar recluido o aislado. Y los expertos aseguran que podría tomarse como un aislamiento social grave. Desde hace unos 30 años, el síndrome de Hikikomori se ha extendido en la sociedad japonesa hasta convertirse en un auténtico problema social. Para la comunidad médica, el síndrome puede ser puesto en cuestión, pues comparte grandes similitudes con la agorafobia; aun así para muchos especialistas el síndrome de Hikikomori se resume en un trastorno con el cual los jóvenes por decisión propia deciden mantenerse al margen de la sociedad. Estudios recientes sobre el síndrome establecen que las personas afectadas son en su mayoría más hombres que mujeres, aun así, se desconoce cuál pueda ser la causa de ello.

1. Causas del síndrome de Hikikomori

El síndrome de Hikikomori aún puede ser considerado una patología reciente, por lo que todo se encuentra todavía en materia de estudio. Aunque, existen estudios que poco a poco han descubierto cuáles son las potenciales causas del síndrome, centrándose especialmente en problemas cercanos a su entorno social.

En su base se encuentran varios factores que pueden afectar el comportamiento de las personas para llevarlas a desarrollar el síndrome Hikikomori, como, por ejemplo que esta persona esté rodeada de conflictos familiares o personales, donde también puede padecer fobia social y problemas de ansiedad y depresión.

2. ¿Cómo saber si padeces el síndrome?

El síndrome Hikikomori es similar a otras patologías relacionadas con el comportamiento social de una persona, pero sin duda puedes distinguirlo por el tipo de actividades que realizan las personas que sufren esta patología. En primera instancia, los Hikikomori se encierran en su habitación u otra sala de su hogar, de hecho del de su familia, y permanecen allí por mucho tiempo, incluso años.

Sus actividades suelen ser nocturnas, período del día en el que suelen estar despiertos, viendo la tele, jugando a videojuegos y teniendo una interacción completa con las pantallas de sus computadores y celulares; mientras que las horas de luz las invierten durmiendo. Eso sí, toda esta inactividad les resulta sostenible porque sus padres los alimentan y los mantienen, a pesar de haberse convertido en una especie de desconocido que permanece en casa, pero al que prácticamente no ven.

3. Síntomassindrome de hikikomori

El síndrome Hikikomori empieza lentamente y cambiando la actitud de los afectados; generalmente, suele empezar con una tristeza constante y la pérdida de amistades, cosa que lleva a las personas a desarrollar inseguridades y, poco a poco, a minimizar su conversación. Esta actitud les hace recibir críticas, especialmente en las escuelas o institutos, algo que no ayuda en absoluto a su recuperación.

Más tarde, la persona con síndrome Hikikomori se encierra en su habitación y deja de relacionarse socialmente, excepto con su ordenador o la televisión, rompe todo vínculo hacia cualquier actividad social, incluso hablar. Si esta situación se alarga, las habilidades sociales y la mente de las personas que sufren el síndrome Hikikomori quedan severamente afectadas, ya que olvidan cómo reaccionar ante cualquier cosa que no sea una pantalla.

A largo plazo, si las personas con este síndrome logran de nuevo incorporarse a la sociedad, suelen tener grandes conflictos a la hora de interactuar en ambientes distintos al de su hogar. Sus habilidades cognitivas y sociales estarán reducidas, por lo que será un proceso de reincorporación lento y complejo.

4. Un problema familiar

Te preguntarás qué pasa con la familia de estas personas; pues bien, ellas llevan gran parte del proceso con grandes dificultades. La familia del Hikikomori, en Japón, suele llevar el problema en secreto y, generalmente, cuesta que se decida a buscar un psicólogo que pueda tratar a la persona. El patrón de actuación mayoritario es dejar caer toda la responsabilidad respecto al joven en la madre, que es quién se ha ocupado de él siempre, y limitarse a dejar que el afectado por sí solo decida volver a la sociedad.

Una reacción tan pasiva no ayuda a la persona con el síndrome Hikikomori. El tratamiento central se basa en forzar la ruptura de ese aislamiento social al que se está sometido, promoviendo actividades relajantes pero con otras personas y a su vez dando tratamiento a la ansiedad social. Otras opciones son la terapia familiar y la psicoterapia.

Hoy en día muchas personas con esta patología tienen ya cuarenta años, tras pasar veinte años de aislamiento. Estos individuos pertenecen a la primera generación con el síndrome de Hikikomori y su regreso a la sociedad preocupa mucho a los japoneses, que calculan que, si no se encuentra solución, en 2030 podrían encontrarse con un gran problema: pues los primeros Hikikomori tendrán 60 años y sus padres, quienes les mantenían, empezaran a morir.

Este síndrome, además, está cada vez más extendido, hasta el punto que, según el psicólogo Tamaki Saitô —quien acuñó el término Hikikomori—, dice que actualmente un 1% de la población japonesa sufre este síntoma. Pero hay un problema más, y es que esta patología no solo sucede en Asia donde las ciudades están superpobladas, paulatinamente se ha extendido a territorios como Latinoamérica y Europa. En España, según el Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar (Barcelona) asegura, existen bastantes casos, los cuales suelen tener una media de tiempo de aislamiento de casi dos años.