Hace poco te hablamos del santuario de Japón donde se venera y cuida a los zorros y se los mantiene casi en libertad para mantener la continuidad de su especie. Esta vez queremos hablarte de algo bastante relacionado. Existe una región en el mundo donde se puede encontrar un zoológico al revés de todos: los seres humanos están encerrados y los animales están libres. ¿No lo crees? Continúa leyendo este artículo de Supercurioso y comprobarás su veracidad.
Un lugar para la libertad animal
En Sudamérica, más precisamente en Chile, hay un Zoológico al revés de todos los que puedes conocer: monos, tigres, osos y leones que atravesaron por malos tratos en circos, son algunos de los ejemplares que fueron rescatados para rehabilitarlos en el Parque Safari.
Las personas que deseen visitar tan peculiar lugar, efectúan la visita a la inversa, suben dentro de cajas de camiones que funcionan como si fuesen verdaderas jaulas y desde allí son trasladados por todo el entorno de la reserva del Zoo. Al mismo tiempo los distintos animales se encuentran libres e inclusive muchos de ellos interactúan con los visitantes.
El Parque Safari
El Parque Safari recibe animales que son maltratados desde hace aproximadamente nuevo años. Poseen un programa específico de rehabilitación con el objetivo de que puedan superar todos los daños psicológicos y físicos que sufrieron y son muy bien cuidados por el resto de sus días.
El Zoológico está ubicado próximo a la ciudad de Rancagua, noventa kilómetros al sur de Santiago de Chile y abarca un total de diez hectáreas de superficie, perfectamente acondicionadas para facilitar la vida y reproducción de los animales.
Los animales del Zoo
Entre los animales que se pueden observar en el Parque Safari, sobresale un león que sufrió la amputación de una de sus extremidades a raíz de una severa infección originada por negligencia médica en una de sus garras.
También viven allí dos osas que permanentemente se mueven de un lado a otro a manera de péndulos. Este movimiento lo adquirieron en uno de los circos donde eran ubicadas encima de una plancha caliente y levantaban sus patas para no quemarse, simulando un gran baile. Terrible, ¿verdad?
Gran cantidad de patos y gansos salen al encuentro de los visitantes que también pueden observar otras variedades de animales que han encontrado en este safari un lugar en el que empezar una nueva vida en la que son los humanos quienes les deben el máximo respeto.