Es muy posible que ya hayas oído hablar de la palabra «Resiliencia». Incluso puede que te consideres a ti mismo como una de esas personas que aplica ya esta importante dimensión en su vida, algo que, sin lugar a dudas, te permitirá ser más feliz y afrontar con más entereza el día a día.
No obstante, es importante que expliquemos en primer lugar qué es en realidad este concepto: la resiliencia. Es una capacidad, una estrategia que nos permite no sólo hacer frente a la adversidad, sino aprender de ella para ser mucho más fuertes, más valientes, más sabios. Puede que te suene a simple «psicología barata», pero te aseguramos que es una forma realmente saludable y vital de hacer frente a todo eso que, de vez en cuando, nos trae la vida sin que lo esperemos: una pérdida, un fracaso sentimental, una desilusión…
Veámoslo con más detalle.
Características de las personas resilientes
La resiliencia es una dimensión que todos podemos desarrollar, aunque sabemos que no siempre es fácil conseguirlo. Imagina por ejemplo que suspendes ese examen o esa prueba de acceso que te habías preparado durante tanto tiempo. Hay quien se vendría abajo y se rendiría, otros en cambio, afrontarán la situación averiguando qué ha ocurrido, preocupándose en saber en qué ha fallado para tomar medidas y superar la prueba de nuevo con mayor confianza.
Otro ejemplo. Ponte en la situación de esa persona que acaba de ser abandonada por su pareja, por ese ser qué más amaba en su vida. Algunos se encerrarán en sí mismos enfriando su corazón y negándose a amar de nuevo. Otros en cambio, actuarán de modo «resiliente» y aceptarán lo ocurrido con integridad, para rehacer después su vida. Porque enamorarse es algo que siempre vale la pena.
No obstante, veamos ahora qué aspectos deberíamos desarrollar para aprender a ser resilientes:
- Aprende a ser consciente de tus limitaciones y vulnerabilidades. Acepta que no eres perfecto ni que todo en esta vida va a ser fácil. A pesar de ello, es importante también que reconozcas tus propias habilidades, aquello en que eres bueno y que nada ni nadie puede poner en duda.
- Debes entender que el sufrimiento también forma parte del aprendizaje vital. Cuando nos damos un golpe no sirve de nada huir espantado sin mirar atrás. Descubre qué te ha hecho daño para evitar así que vuelva a ocurrirte lo mismo.
- La vida es como un lienzo con luces y sombras, con fragmentos rotos que volver a recomponer, con caminos oscuros de los que has salido envuelto en increíbles colores que dan forma a lo que eres ahora. El sufrimiento, como la felicidad, pintan el cuadro de tu vida. Quien no sabe lo que es el dolor, es que aún no ha vivido de verdad, y por lo tanto, su lienzo aún está en blanco.
- Aprende a vivir en el «aquí y ahora». Las personas resilientes no se anclan en el pasado, en lo que pudo ser y no fue, en esa pérdida que nunca volverá. La resiliencia nos enseña a aceptar lo ocurrido para vivir mejor en el presente, en lo que ahora te envuelve, y que en esencia, inscribe tu verdadera oportunidad de ser feliz.
¿Qué tal si aprendemos a ser más resilientes? ¡Vale la pena! Y recuerda, si te ha gustado este artículo, conoce también si existe el destino en el amor.