Los lápices labiales han sido un elemento clave en las rutinas de belleza de mujeres de todo el mundo desde la antigüedad, pero a pesar de ser un producto indispensable a la hora de embellecer el rostro, el proceso de su fabricación no es muy conocido.
Este es el fascinante proceso de fabricación de un lápiz labial
Las mujeres en la antigua Mesopotamia, hace aproximadamente 5 mil años, trituraban joyas semipreciosas para darle un toque de color a sus labios y ojos. Los historiadores cuentan que la famosa Cleopatra utilizaba un pintalabios hecho de escarabajos de color carmín pulverizados y restos de hormigas como base.
Pero la industria de los cosméticos ha avanzado mucho desde los tiempos en que los labiales brillantes se hacían utilizando una sustancia sacada de las escamas de los peces.
Cada marca de cosméticos tiene una fórmula particular a la hora de crear sus barras labiales, pero los ingredientes casi siempre son los mismos y así se ha mantenido a través de los años, incluso con el cambio de tendencias.
La fórmula más básica consiste principalmente de pigmentos (colores), aceites y cera. Sin embargo, otros ingredientes pueden ser utilizados para darle un acabado particular al producto final, ya sea de brillo, textura, fragancia y hasta para su durabilidad sobre los labios.
Los aceites utilizados pueden variar entre aceite de oliva, aceite mineral, aceite de ricino, manteca de cacao, lanolina y vaselina. El más común en los labiales manufacturados en Estados Unidos es el aceite de castor, que forma una película dura y brillante cuando se seca después de la aplicación. Cabe decir que la ingesta en grandes cantidades de este tipo de aceite puede ser peligrosa.
Otros ingredientes secundarios que pueden estar presentes en tu labial favorito pueden ser conservantes, alcohol y fragancias para suavizar el olor de los pigmentos o la cera.
Además, recientemente, las marcas de cosméticos han empezado a incluir ingredientes beneficiosos para la piel de los labios en sus formúlas. Es común que figuren en las etiquetas de los empaques brillantes avisos que anuncian la presencia de Vitamina E, aloe vera, colágeno, aminoácidos y protector solar.
Todos estos ayudan a proteger la delicada piel de los labios de los estragos del ambiente y el clima.
Usualmente, las pinturas de labios se fabrican en cuatro etapas. El proceso empieza con el molido de los pigmentos, cuando se combinan los matices indicados para lograr el color que se busca con aceites para luego ser mezclado en una maquina especial.
Después, el resultado del molido de los pigmentos se mezcla con la cera, la cual es necesaria para darle forma de fácil aplicación al producto y puede ser de diferentes tipos, como cera de abejas, cera de caranauba, de palma o candelilla. Esto se consigue calentado a altas temperaturas, logrando así que la cera se derrita.
Seguidamente, la fórmula es vertida en los recipientes donde se dejan enfriar antes ser pasados a sus empaques finales. Interesante, ¿no?
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