Todos sabemos que las enfermedades víricas y bacterianas son contagiosas, pero nunca habíamos pensado que males como la obesidad o alguna toxicomanía también lo son. Recientemente, un estudio ha demostrado que podríamos considerar la obesidad contagiosa.
¿Es la obesidad contagiosa?
Según el mencionado estudio, vivir en un núcleo social con un mayor nivel de obesidad nos pone en mayor riesgo de aumentar nuestro índice de masa corporal (IMC), casi como si estuviéramos «atrapando» comportamientos que nos hacen engordar.
El trabajo para conocer si es la obesidad contagiosa se realizó en personas que viven en bases militares de los Estados Unidos. Se utilizaron datos de 1.111 hijos y más de 1.300 padres que habían sido asignados a una de las 12 bases militares estadounidenses.
La incidencia de obesidad varió entre los condados donde se ubicaron las bases, desde el 21 por ciento en el condado de El Paso, Colorado, hasta el 38 por ciento en el condado de Vernon, Louisiana.
Las mediciones del índice de masa corporal de padres e hijos revelaron que aproximadamente una cuarta parte de los adolescentes y tres cuartas partes de los adultos podrían clasificarse como con sobrepeso u obesidad.
Una vez que se hicieron los ajustes para tener en cuenta los efectos de factores como edad, ingresos e incluso rango, se descubrió que los hijos de una familia militar cuyos progenitores podrían clasificarse como obesos tenían más probabilidades de ser ellos también obesos.
Las relaciones sociales hacen a la obesidad contagiosa
Como hemos visto, este estudio no hace más que confirmar lo que ya había quedado constatado en otras ocasiones. Es posible que los hallazgos de este trabajo no sean una gran sorpresa, pero proporcionan una evidencia muy necesaria para la hipótesis de que nuestros lazos sociales juegan un papel importante en la forma en que desarrollamos hábitos saludables y no saludables y como ya decían otros estudios podemos afirmar que nuestras relaciones con la familia, los amigos e, incluso, los compañeros de trabajo pueden hacer a la obesidad contagiosa.
Tras comparar los resultados de este estudio con trabajos anteriores, los investigadores concluyeron que cuando una persona gana peso arrastra a sus amigos y familiares en la misma dirección y que este factor social puede tener incluso mayor importancia que la genética.
Resulta muy interesante conocer que es entre amigos cuando se da la influencia más grande para engordar. Un estudio lo reveló así: cuando alguien se convierte en obeso, sus amigos tienen el 57% de posibilidades de hacer lo mismo, sobre todo si son muy cercanos. La influencia en relación a los familiares también es alta (40%), pero ciertamente muy lejos del primer puesto del podio.
¿Qué te parecen estos datos que concluyen que podríamos considerar la obesidad contagiosa?
Si quieres saber más sobre este tema, Algunas estadísticas de la obesidad que debes saber