Algunos lo llaman Karma, otros Ley Divina, mientras para los escépticos se trata únicamente de meras coincidencias del destino. Pero el hecho es que las buenas acciones en muchas ocasiones se ven mágicamente compensadas tanto para los que creen en el karma, como para los que no. Y es que más allá de cualquier creencia o religión hacer el bien es un principio moral y ético que une a las personas y conserva la estabilidad social por lo que todos deberíamos practicarlo de esta forma igual veríamos nuestras vidas gratificadas como ocurrió en las siguientes historias.
Historias que te harán creer en el KARMA
En la primera de estas fantásticas historias ocurrió a James Harrison un señor que cuando era un adolescente salvó su vida durante una operación gracias a una transfusión de sangre. Esto hizo que el chaval se concienciase de la importancia que tiene ser donante y quiso devolver este favor a la sociedad donando sangre.
Al hacerse donante, analizaron su sangre y fue entonces cuando se dieron cuenta que su sangre poseían los anticuerpos necesarios para curar la Enfermedad Hemolítica del Recién nacido (EHRN), que tiene graves consecuencias para el bebé, convirtiéndose así en el salvador de millones de niños lo que de por sí es ya muy gratificante, pero su gran recompensa la tuvo cuando pudo salvar la vida de su propio nieto, que también se vio afectado por esta misma enfermedad, que no hubiera tenido cura si años antes, Harrison no hubiese decidido devolver el favor a la comunidad haciéndose donante.
Si esto te ha parecido tan increíble o improbable como para que se pueda volver a repetir mira la historia de Alice Blaise que un día en una playa no se lo pensó dos veces para salvarle la vida a un pequeño de sólo 4 años que se estaba ahogando, sin saber que gracias a este acto de coraje estaba también salvando a su propio marido. 9 años más tarde en aquella misma playa sería Roger, el niño al que había salvado la vida, el que correría con su lancha para rescatar a su esposo de morir ahogado, sin saber en absoluto a quién estaba salvando.
Pero no sólo la gratitud y el coraje tiene recompensa a niveles del karma, pues también se premia la honradez como le ocurrió a Billy Ray Harris un sin techo que un día recibió por error la limosna más grande que jamás hubiera soñado, un anillo de compromiso valorado en 4000$, que llegó hasta su platillo cuando una transeúnte se acercó a darle la caridad.
Aunque en un principio pensó en mejorar su situación, cuando supo el valor del anillo tuvo remordimientos de conciencia y pensó en devolverlo apenas volviera a su dueña. Y así lo hizo, algo que la joven supo compensarle muy bien, creando un fondo en su beneficio a través de las redes sociales con lo que obtuvo no solo 185.000$ sino también el reencuentro con su familia que le ayudó a salir de la calle.
¿Qué te han parecido estas historias? ¿Te han hecho creer en el karma? ¡A nosotros nos han encantado!