Existen lugares en el mundo que están rodeados de un aura especial. En caso de Gretna Green, además, va unido al amor y era la meta de muchas parejas que querían conseguir legalizar su amor rompiendo las trabas que la sociedad y la familia les imponían. Ese pueblo soñado por muchos ha aparecido en libros y películas y aunque ahora las costumbres han cambiado y los jóvenes amantes no necesitan llegar a Gretna Green para unir sus vidas, sigue atrayendo visitantes que escucharon magníficas y heroicas historias sobre el lugar y los que lo alcanzaron. Acompáñanos a conoce el pueblo de Gretna Green, donde huían los jóvenes a casarse sin permiso y descubre por qué iban allí.
Gretna Green, donde huían los jóvenes a casarse
Si has leído la novela «Orgullo y Prejuicio» de Jane Austen, quizá recuerdes la nota que la quinceañera Lydia Bennet dejó: «Me voy a Gretna Green, y si no intuyes con quien pensaré que eres boba, dado que él es el único hombre a quien amo…». Ante la oposición familiar a su boda con Wickham, tenía el proyecto de huir a Gretna Green para contraer matrimonio. Aunque Lydia y Wickhan finalmente no lo hicieron, muchas parejas en el siglo XVIII y XIX sí.
Gretna Green se encuentra en el sur de Escocia, en Dumfries and Galloway, y era el primer pueblo escocés que encontraban las diligencias en el trayecto entre Londres y Edimburgo.
La Ley de matrimonio de Lord Hardwicke
En 1754 Inglatererra modificó su Ley de Matrimonio. Se exigió para casarse que los jóvenes tuvieran más de 21 años o contaran con el consentimiento de padres o tutores si eran más jóvenes. Además la ceremonia debía llevarla a cabo un ministro de la iglesia y realizarse en una ceremonia pública en una parroquia. Si un sacerdote incumplía esta ley se exponía a 14 años de prisión.
Sin embargo, Escocia no modificó su Ley de Matrimonios y allí cualquier pareja que no tuviera lazos de consanguinidad y no se hubieran casado previamente podía hacerlo si él tenía cumplidos los 14 años y ella los 12. Además, no se necesitaba un clérigo ni una iglesia, para celebrar lo que se conocía como «matrimonios irregulares», simplemente dos personas que hicieran de testigos de la declaración de los contrayentes.
Muchos jóvenes y cruzaron la frontera entre Inglaterra y Escocia para casarse. Al llegar al pueblo buscaban testigos con cierta autoridad y el herrero del pueblo se convirtió en el oficiador de bodas favorito del lugar. Cuando acababa la declaración de los contrayentes, el herrero picaba el yunque marcando el final de la rápida ceremonia. De ese modo, la herrería y el yunque se convirtieron en símbolos de las bodas en Gretna Green.
En el año 1856 hubo una modificación en la ley escocesa sobre matrimonios y aunque fundamentalmente seguía igual, se exigían 21 días de residencia en el pueblo, antes de contraer matrimonio.
El «secuestro de Shrigley» uno de los casos más sonados relacionados con Gretna Green
En 1826 ocurrió uno de los casos más sonados de boda en Gretna Green. Un caza fortunas llamado Edward Gibbon Wakefield, que ya había contraído matrimonio con una rica heredera de manera poco ética, enviudó y necesitando más dinero puso sus ojos sobre otra rica heredera de quince años llamada Ellen Turner.
Wakefield acudió al internado donde estaba Ellen y se la llevó diciendo que su madre estaba gravemente enferma. Una vez con ella la convenció de que debían casarse para que su padre, que estaba arruinado, conservase parte de su fortuna. La chica accedió y se trasladaron a Gretna Green para casarse. Todo resultó ser una mentira, pero el padre de Ellen, en lugar de aceptar la boda como había ocurrido en el primer matrimonio de Wakefield, llevó el caso al parlamento y consiguió que la fraudulenta boda fuera anulada.
Doble boda familiar en Gretna Green
Otro curioso caso que se dio en Gretna Green fue el matrimonio entre la rica heredera Sarah Anne Child y John Fane, 10 ° Conde de Westmoreland. El conde frecuentaba la casa de Sarah Anne para consultar con su padre que era banquero ya que estaba prácticamente arruinado. Sarah de 18 años y John de 23 se enamoraron y ante la oposición del padre decidieron huir a Escocia para casarse. Fueron delatados por un cochero y el padre salió en su persecución. Estuvo a punto de atraparlos, pero cuando llegó finalmente a Gretna Green, ya estaban casados. Esto ocurrió el año 1782.
Mr. Child, no tuvo más remedio que aceptar el matrimonio, pero cambió su testamento de tal manera que ningún Conde de Westmoreland pudiera heredar jamás su fortuna. En lugar del primer hijo varón, que heredó el título de conde, el dinero de Mr. Child fue a parar a la hija mayor del matrimonio, Sarah Sophia. Lo más curioso es que en 1845, Lady Adela Villiers, hija de Sarah Sophia, se fugó a Gretna Green para contraer matrimonio con un joven oficial de los Húsares.
Debido a esta secular tradición, hoy en día Gretna Green es uno de los lugares favoritos de Gran Bretaña para contraer matrimonio. En el pueblo se celebran más de 5.000 bodas cada año. ¿Conocías la historia de Gretna Green? ¿Sabías por qué los jóvenes acudían a ese lugar de Escocia para casarse? Si tienes noticia de más anécdotas o historias sobre Gretna Green, ¡compártelas con nosotros!