Todos nos hemos encontrado con personas de las que tenemos una excelente opinión ya que nos resulta extremadamente agradable tratar con ellas. ¿No te has preguntado qué es lo que hace que nos sintamos así en su compañía? Descubre estos 8 hábitos de la gente que gusta a todos.
8 hábitos de la gente que gusta a todos
Al parecer el resultar agradable y gustar a todos tiene mucho que ver con la vertiente social de la Inteligencia Emocional y no con rasgos innatos. El resultar agradable y gustar a los otros puede estar bajo nuestro control, según un estudio de la U.C.L.A., ya que los calificativos que definen esas personalidades son del tipo «capacidad de comprensión», «sinceridad» o «transparencia».
1. Durante una conversación «preguntan»
La gente considerada muy agradable suele tener el hábito de preguntar durante una conversación. Este simple hecho indica a la vez que se está escuchando y que, como le preocupa lo que estás diciendo, necesita una aclaración. El interlocutor valorará este hecho con respeto y aprecio.
2. Auténticos y honestos
Las personas que resultan agradables y gustan a todos, se ganan nuestra confianza siendo auténticas. Muestran cómo son y lo que sienten realmente, ya que están cómodas consigo mismas. Esto hace que percibamos que podemos confiar en ellas.
3. No emiten juicios de valor
Tienen la mente abierta y no tienen juicios tan inamovibles que no les permitan escuchar y valorar otras opciones.
4. Utilizan un lenguaje corporal positivo
La forma cómo se dicen las cosas puede ser más importante que lo que decimos. En esta afirmación está implicado el lenguaje corporal. La gente agradable suele tener un lenguaje corporal positivo como es el no cruzar los brazos, tener un tono entusiasta al hablar o mantener el contacto visual, entre otras demostraciones.
5. Recuerdan y utilizan el nombre de los otros
Nuestro nombre propio nos identifica y aún sin darnos cuenta valoramos positivamente el que alguien lo recuerde. Entre los hábitos de la gente muy agradable está el acordarse del nombre de pila de las otras personas y no sólo cuando la saludan, sino que lo utilizan durante la conversación.
6. No reclaman la atención
La gente que reclama continuamente la atención acaba resultando desagradable. Lo que en un principio parece extroversión deviene una pesadez para el resto del grupo. La persona agradable no necesita llamar la atención y cuando se centra en él/ella suele intentar compartirla con otras personas que hayan estado implicadas en el logro.
7. Saben en que momento y cómo «tocar» a las otras personas
Cuando se toca a alguien durante una conversación se libera oxitocina que es un neurotransmisor que el cerebro asocia con sensaciones positivas. Pero hay que hacerlo en el momento correcto para provocar esta sensación, si no el efecto puede ser totalmente contrario. Las personas muy agradables saben cuándo deben dar una palmada en el hombro, un apretón de manos amistoso o un abrazo: exactamente lo que necesita su interlocutor.
8. Olvidan el teléfono durante las conversaciones
Entre los hábitos de la gente que gusta a todos y son considerados muy agradables y simpáticos, está el considerar al interlocutor su prioridad en ese momento. Por lo tanto no los verás cogiendo el teléfono para mirar si tienen mensajes o llamadas.
Muchos de estos hábitos pueden ponerse en práctica fácilmente. Las personas simpáticas, agradables y que gustan a todos, tienen un gran valor en cualquier grupo social ya que promueven la armonía allá donde van.
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