No dejará de maravillarnos la riqueza cultural y tecnológica que la civilización Maya poseía ya en el 200 a.C. Poderosas ciudades como el Tikal, el Copán o el Palenque, Bàak’ en maya, rivalizaban por el dominio de las enormes e indómitas selvas que cubrían todo el Centroamérica y parte de América del sur. En ellas construyeron verdaderos centros urbanos en los que no faltaba de nada,  magníficos templos, suntuosos palacios y otros edificios que, aún hoy, son motivo de admiración y estudio. De aquí que recientemente hayan descubierto el Camino al Inframundo… ¿Recorremos juntos el túnel maya?

Hallan un túnel maya al Inframundo

¿Pero dónde se encuentra? ¿Hacia dónde lleva? ¿Qué hay de cierto en ello? Son las cuestiones que a todos se nos plantea y que a continuación examinaremos. Para ello debemos situarnos en el Palenque, yacimiento arqueológico situado en el estado de Chiapas, México, cerca del río Usumacinta un recinto de unos 2.5 km², uno de las más visitados de toda Sudamérica, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1987.

Palenque

En el interior de esta maravillosa ciudad se encuentra el Templo de las Inscripciones, construido en el 675 d.C. durante el reinado de Pakal el Grande, un Ahau muy venerado por traer paz y prosperidad a su pueblo. Por ello, en su honor se construye un imponente mausoleo, de más de 22 metros de altura, el más grande de todos los edificios del Palenque.

Templo de las Inscripciones

Esta gigantesca construcción cumplía una función ceremonial y más tarde fue también funeraria pues aquí dieron sepultura al rey Pakal el Grande. Dentro del templo podemos ver esculturas y jeroglíficos que recogen la vida del gobernador y pasajes del libro sagrado de los Maya el Popol Vuh, donde se describe el Inframundo, en un plano espiritual de vida tras la muerte, y la batalla de los guardianes gemelos Hunahpú e Ixbalanqué contra los Ajawab, «señores de los infiernos«, a los que vencieron para convertirse más tarde en el Sol y la Luna.

Sarcófago Pakal el Grande

Pero el Sarcófago del rey Pakal no es lo único que oculta el Templo de las Inscripciones, ya que en él se encontró también una fosa común. En ella había seis cuerpos: cinco hombres y una mujer de la nobleza, que fueron sacrificados para acompañar a Pakal en su viaje al Inframundo, periplo que comienza justo bajo la cámara funeraria del Rey, donde recientemente se ha descubierto -fortuitamente y gracias a unas labores de mantenimiento- toda una serie de túneles, de hecho canales, por los que fluye el agua, que al parecer desembocan en un manantial subterráneo. Seguro que te estarás preguntando: ¿Qué relación tienen estos túneles repletos de agua y el manantial con el Inframundo?

Semuc Champey

Según se detalla en los glifos que decoran el templo, el rey Pakal -tras su muerte- tomaría la identidad de uno de los gemelos y descendería al Xibalbá, sumergiéndose en el agua y siguiendo su curso hasta un río que le llevaría al manantial, dónde se encuentra la caverna de los Ajawab, a quienes derrotaría para renacer como el dios Maíz y poder ascender a un plano divino.

El canal descubierto, que Pakal debía recorrer, tiene su origen en un punto al que ha sido imposible llegar por la estrechez del espacio. Con suerte, gracias a tecnología como el georradar, este enigma será desvelado y permitirá conocer mejor este canal y la posible red acuática que lo conforma.

Como ves los maya seguían al pie de la letra sus creencias… Ahora sólo nos queda encontrar la caverna y hacerle una visita al dios Ajawab. Mientras tanto puedes compartir este post y leer más sobre los secretos de “Xibalbá”: El inframundo Maya.