Hans van Meergeren fue un pintor mediocre pero un extraordinario falsificador, tanto que tuvo que confesar que había engañado a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial para librarse de una acusación de colaboración con el enemigo. Esta es la historia de Hans van Meergeren el extraordinario falsificador que engañó a los nazis.
Hans van Meergeren el extraordinario falsificador que engañó a los nazis
Henricus Antonius van Meegeren, nació en 1889 en Holanda. Aunque se suponía estudió arte de la mano de su mentor, Bartus Korteling. Éste era un gran admirador de Vermeer y enseñó a su alumno las técnicas que seguía este pintor para fabricar sus pigmentos. También le contagió su desprecio por el impresionismo y su admiración por la Edad de Oro de la pintura holandesa. Hans van Meergeren empezó a pintar y consiguió bastante éxito aunque era considerado un pintor de segunda fila, un buen copista del estilo de otros pintores, pero sin ningún tipo de imaginación y originalidad en su propio arte.
Hans, enfadado por esas críticas que creía infundadas, decidió crear obras al estilo de los pintores que le gustaban y que fueran mejores que las pintadas por esos maestros. Empezó creando obras de Frans Hals, Pieter de Hooch y especialmente de su admirado Johannes Vermeer. Estudió sus vidas, su forma de trabajar, sus técnicas y se proveyó de lienzos del siglo XVII, pinceles como los utilizados por ellos, etc. Tardó 6 años en desarrollar su técnica; pero al final sus obras eran perfectas. Varias de ellas fueron vendidas a particulares y museos como originales.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial, van Meergeren residía en Holanda, después de haber pasado varios años en Francia. Además de pintar sus propias obras, seguía falsificando otras, en especial a Vermeer. En 1942, Hans vendió a un conocido banquero nazi, que actuaba como tratante de arte para sus correligionarios un cuadro de Vermeer llamado «Cristo con la adúltera». Este comerciante, lo hizo llegar al Mariscal nazi Hermann Göring, que pagó por él 1’6 millones de florines (7 millones de $ actuales). Göring lo tuvo expuesto en su residencia hasta que a finales de 1943 fue escondido en unas minas de sal, junto con otras 6.750 obras de arte saqueadas por los nazis.
Los aliados encontraron el Vermeer entre las obras rescatadas de la mina, investigaron y descubrieron que lo había vendido Hans van Meergeren. Éste fue detenido y acusado de colaborador nazi, de ayudar y amparar al enemigo y de saquear la propiedad cultural del pueblo holandés. Tras unos días en prisión y muy asustado, confesó que no había vendido nada que perteneciera a los holandeses, sino que era una falsificación creada por él. También reconoció ser el autor de otras obras que habían sido expoliadas por los nazis y rescatadas por los aliados.
Un grupo de expertos estudiaron esas obras y, tras muchos análisis, dictaminaron que efectivamente eran falsificaciones. Hans fue condenado a un año de cárcel por estafa y su patrimonio vendido para resarcir a los compradores (no nazis) engañados. A finales de 1945, durante la espera y la celebración del juicio y ante muchos reporteros y testigos pintó la que sería su última falsificación: «Jesús entre los doctores». Después de un periodo en prisión fue liberado y murió en diciembre de 1947 de un ataque al corazón.
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Imágenes: GaHetNa (Nationaal Archief NL), DASHBot (talk | contribs), DIREKTOR (talk | contribs)