Desde 1981, cada 25 de noviembre es conmemorado el Día de la no violencia contra la mujer. Lo que no todos conocen es que este día destinado a denunciar y reclamar el maltrato contra el género femenino, además fue declarado como tal por la ONU para recordar a las hermanas Mirabal, tres activistas dominicanas asesinadas por defender sus ideales con un espíritu guerrero.
El asesinato de las hermanas Mirabal, rostros de la violencia
En el ámbito político eran conocidas como las Mariposas, pero no nos dejemos confundir por la delicadeza del apodo. Estas mujeres se convirtieron en el dolor de cabeza del dictador Rafael Leónidas Trujillo, quien erróneamente creyó que daría por finalizada la ofensiva ordenando su liquidación.
Las hermanas Mirabal, Patria, Minerva y María Teresa, nacieron en la provincia de Salcedo, en República Dominicana, en un hogar lleno de privilegios. Eran las hijas de un exitoso empresario que cayó en desgracia con la llegada de Rafael Leónidas Trujillo al poder en 1930. Fue así como los tiempos de prosperidad quedaron atrás con la consolidación de la dictadura trujillista. Su familia fue despojada de propiedades y bienes materiales en un abrir y cerrar de ojos.
Quedarse de brazos cruzados mientras el país se caía a pedazos no era una posición que pudieran permitirse las hermanas Mirabal. Sin más ni más, con todos los riesgos que implicaba oponerse al régimen, las Mariposas se integraron a un grupo de disidentes políticos para actuar activamente contra la dictadura, conocido como la Agrupación política 14 de junio.
El incesante activismo político de las hermanas Mirabal las envió a la cárcel en varias oportunidades. En una de esas reprimendas, Minerva y María Teresa, fueron violadas y torturadas por sus custodios. Los esposos de estas mujeres tampoco se escaparon de los brutales castigos del régimen dictatorial de Trujillo, convirtiéndose también en presos políticos.
El 18 de mayo de 1960, Minerva y María Teresa fueron condenadas a tres años de encarcelamiento por atentar contra la seguridad del Estado. Pero ellas, a diferencia de sus maridos, pasarían una breve estancia en la cárcel, pues el gobierno de Trujillo preparaba un castigo mucho peor para las hermanas Mirabal.
El 25 de noviembre de 1960 Trujillo envió a que funcionarios de la policía secreta interceptaran el carro donde se trasladaban Patria, Minerva y María de regreso de visitar a sus esposos en prisión. A las tres hermanas las obligaron a entrar en los puestos traseros de un Volkswagen, para ser llevadas hacia un lugar desolado, en una carretera de la provincia.
Ahí, las mujeres entre 26 y 36 años de edad, madres, fueron estranguladas, apaleadas y arrojadas por un barranco a bordo de un vehículo, a fin de hacer pasar la escena del crimen como un accidente automovilístico. Pero nadie creyó esta versión de los hechos.
Después de 10 años de activismo político, tras su muerte, la voluntad de las hermanas Mirabal tomó una fuerza sobrenatural que terminó despertando a la sociedad civil; la tragedia les dio el empujón que necesitaban para defender al país de la dictadura. Como consecuencia, el 30 de mayo de 1961 el dictador Rafael Leónidas Trujillo fue asesinado por siete impactos de ametralladora, poniendo punto y fin a un período oscuro en la historia de República Dominicana.
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Imágenes: wikipedia.