Decía el médico norteamericano Stuart Brown, que «lo que hace excepcional a la especie humana, es que estamos diseñados para jugar durante toda la vida». En efecto, los juegos que acompañaron nuestra infancia suelen permanecer de forma inalterable en la memoria, llenándonos de los más lindos recuerdos. Y aunque la modernidad nos inunde con los videojuegos más alucinantes, llenos de luces, colores y tecnología, aquellas horas de entretenimiento y risas pasadas al frente de un tradicional tablero, son inolvidables. La historia del Parchís trae a nuestra mente el recuerdo de un juego legendario, que ha sabido abrirse paso en el mundo moderno.
La India es un país legendario y exótico, al que solemos conocer por la curiosa costumbre de tener sus calles repletas de vacas libres, valoradas como animales sagrados, o por figuras de relevancia universal, como la de Mahatma Gandhi. Pero además de todas estas peculiaridades, La India también es la región en la da sus primeros pasos la historia del Parchís. Los primeros antecedentes de este popular juego pueden rastrearse hasta las costumbres reales del siglo XVI. Acompáñanos en Supercurioso a conocer todos los detalles sobre la historia del Parchís.
El origen y la historia del Parchís
A lo largo de los siglos, la historia del Parchís ha ido evolucionando, cambiando reglas o formas. Lo que ha permanecido siempre intacto es el objetivo final del juego: alcanzar la meta antes que los contrincantes. Este era el objetivo primario que seguía el Emperador Akbar I el Grande, que al mando de La India mongola desde 1556 hasta 1605, hizo de este juego uno de sus entretenimientos predilectos.
Se cree que el origen del Parchís, tal como lo conocemos, proviene del término Pacisi o Pacis, que significa 25. La simbología se asocia a que esta era la cifra máxima que se podía puntuar al lanzar el dado para mover las fichas. La diferencia era que el juego de aquella época, en lugar del moderno dado, usaba las conchas de un molusco llamado caurí. La dinámica, que en esencia consistía en avanzar con la ficha asignada, tantos casilleros como indicaba la concha, con el objetivo de llegar primero a la meta, parece tener similitudes casi exactas con el chaupar, un juego de gran popularidad y tradición en La India.
Si bien la historia del Parchís está asociada a sus orígenes aristocráticos, pronto llegó a popularizarse en las clases más humildes de la sociedad de La India. Los pobladores de la época usaban a modo de tablero, un paño pintado o bordado con colores. Como fichas empleaban pequeñas piedras coloreadas y como dados, las típicas conchas de caurí.
El juego del Parchís en tamaño real
El Emperador Akbar I El Grande parecía ganarse a pulso el apodo con el que pasaría a la historia. El Parchís se contó entre los gustos y costumbres que hicieron honor a este nombre, pues la afición del Emperador por la versión antecesora del juego, el Pacasi, la llevaba a su máximo tamaño. Akbar I se empeñó en jugar en tamaño real, y mandó a construir un tablero enorme en su palacio de Fatehpur Sikri en la localidad india de Agra. El juego consistía en un gran tablero de mármol y en forma de cruz, sobre el que se movían las fichas hacia el centro.
La mayor de las particularidades que se destacan en la historia del Parchís en tamaño real, era que para cada partida, el Emperador usaba como fichas a dieciséis muchachas de su harén. Las bellas jóvenes eran divididas en cuatro equipos. Se identificaba cada uno de ellos, vistiéndolas de un mismo color. Akbar I se sentaba en el centro del tablero y desde allí ordenaba que fuesen lanzadas las conchas de caurí. Luego indicaba cuál equipo y cuál de las chicas debía desplazarse.
Tan aficionado se volvió el Emperador a esta forma de juego que, según cuentan algunas leyendas, ordenó que fuesen construidos tableros en tamaño real en cada uno de sus palacios. Aún quedan rastros de ellos tanto en el Palacio de Agra como en el de Allahabad, con sus pintorescos suelos de mármol pintados.
La teoría del origen chino
La historia del Parchís suele atribuirse de forma prácticamente unánime a la República de La India. Sin embargo, existen algunas versiones que ubican en China algunas tipologías de juegos que podrían llegar a considerarse como antecedentes. Quienes defienden esta teoría, refieren al juego chino ch’u-p’u como un posible antecesor del Pachisi indio. Este juego se hizo popular durante la vigencia de la Dinastía Song, que se desarrolló entre los años 960 y 1279.
La extensión del juego por Europa y el mundo
Entre las curiosidades de La India y su historia, tenemos que gran parte de su territorio pasó desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX, a formar parte de la Compañía Británica de las Indias Orientales. Durante el tiempo de colonización, los ingleses conocieron el Parchís y encontraron en él, tal como lo hiciera el Emperador Akbar I, horas de diversión. Fue así como, instalado en el gusto de los colonizadores, la historia del Parchís se extendió a lo largo y ancho del continente europeo.
Fue en el año 1862 cuando surgió la primera versión occidentalizada en la historia del Parchís. Se recibió en sociedad con el nombre de Parkase, y rápidamente se ganó la afición de la aristocracia de la época. Al ser considerado una diversión perfecta para adultos, pronto se sumaron apuestas a los partidos, y así fue como el Parchís empezó a representar una opción diferente a los juegos de cartas. Con el transcurrir del tiempo, se ideó también una versión del juego especial para niños, de instrucciones un poco más simples, que recibió el nombre de Ludo.
La dinámica del Parchís se hizo tan popular, que pronto pasó a jugarse en las mesas familiares de Europa. Italia, Alemania, Suecia, Francia y Finlandia fueron algunos de los países que, nombrándolo de diferentes maneras, ayudaron a que la historia del Parchís creciera, y su popularidad siguiera ganando espacios a lo largo del planeta. En el año 1867 se registró la primera versión del juego indio en territorio norteamericano. Se identificó con el nombre de Parcheesi.
Luego de su cruce de océanos, la historia del Parchís no hizo más que crecer. Compañías estadounidenses como Selchow & Righter, y posteriormente Transogram, comercializarían el Parchís bajo distintos nombres: Game of India y Pa-Chiz-Si: The Game of India entre los más populares. El hecho fue que, desde lejanos siglos, este divertido juego se abrió paso, permaneciendo vigente en el gusto de grandes y chicos del mundo entero.
Tan relevante ha sido la historia del Parchís, como parte de las referencias de los mejores juegos de todos los tiempos, que incluso en plena modernidad, en la que los entornos digitales han adquirido protagonismo, este peculiar y divertido juego ha logrado hacerse un lugar. Para los amantes del Parchís ya no es necesario contar con el tradicional tablero, pues a través de diferentes aplicaciones móviles pueden tener su entretenimiento favorito al alcance de su ordenador o teléfono celular. Si te cuentas entre las personas que disfrutan de los juegos, como esa fantástica conexión con nuestro niño interior, no te pierdas este maravilloso recorrido por las mejores frases de juegos de todos los tiempos.