Más que oculto, hemos de decir que el accidente de Kyshtym estuvo «silenciado» durante varias décadas. La razón de ello es simple: nos hallamos en el final de la Segunda Guerra Mundial, y casi en el en el inicio de la Guerra Fría, época de secretos, conspiraciones, avances tecnológicos y experimentos. Muchos experimentos.
Lo acaecido en esta región rusa de Mayak la noche del 29 de septiembre de 1957 es perfectamente comparable a lo sucedido casi 30 años después en Chernóbil o el desastre de no hace mucho acaecido en Fukushima, y del cual, aún no conocemos todo el impacto real.
Hubo víctimas, nadie puede asegurar cuántas dado el hermetismo soviético de aquella época, pero se sospecha que fueron cerca de 8000. Veamos ahora toda la historia.
Una fría noche de septiembre en Ozyorsk
Luces de colores. Eso fue lo que vieron todos los habitantes de esta población Ozyorsk, en el óblast de Chelyabinsk. Era una ciudad construida casi ex profeso para trabajar en la planta nuclear de Mayak. En realidad, este pueblo no aparecía en los mapas, y es por ello que el desastre quedó catalogado con el nombre del pueblo más cercano: Kyshtym.
Fue por ello que se decidió construir esta central nuclear de Mayak, y cercada a su vez por esta población que conociendo los propósitos de los militares y científicos, desconocían por completo qué tipo de riesgos ocasionaba ese tipo de tecnología. Y había prisa, mucha prisa por conseguir resultados y escasas medidas de seguridad. Tanto es así que se utilizaba el propio lago Kyzyltash como vertido habitual de residuos. No existía ningún tipo de control ambiental.
Se dice, que en 1949 ya pudieron ofrecer a Moscú la primera bomba nuclear, pero las aspiraciones eran más alta y deseaban un arsenal más potente. A más necesidades técnicas, más prisas y menos medidas de seguridad. Se trabajaba día y noche. Y llegaron las primeras consecuencias:
- Entre 1948 y 1956 más de 17.000 obreros recibieron una sobredosis de radiación. Las consecuencias fueron terribles.
- Los pueblos y tierras que estaban en contacto con el lago donde se vertían residuos, empezaron a mermar, la vegetación a perderse y las personas a enfermar.
- Entre 1950 1955 se construyó un sistema de enfriamiento, pero no se controlaba de forma adecuada. Algo que muchos sabían…
Hasta que llegó el 29 de septiembre de 1957 y el cielo de esa fría noche, se llenó de luces de colores. El siniestro efecto pudo verse en todos los Urales.¿Y qué dijeron las autoridades al día siguiente? Que eran auroras boreales.
No obstante, las cosas empezaron a cambiar de forma dramática después de esa noche:
- Dos días después se procedió a sacrificar el ganado y a destruir los cultivos. Nadie podía alimentarse o entrar en contacto con cualquier cosa que saliera de las inmediaciones de la planta de Mayak.
- Se evacuaron 20 poblados y 11 mil habitantes. Sus casas se destruyeron.
El hermetismo fue total y absoluto durante años. No obstante, y a pesar de que incluso la CIA supo del accidente nuclear de aquella noche, se guardó el mismo silencio. ¿La razón? De ser público aquel desastre se pondría en evidencia el riesgo patente de la energía nuclear, y eso era algo que nadie deseaba. Y aún menos cualquier superpotencia.
Para hacernos una idea de lo sucedido en realidad aquella noche te diremos que según los expertos tuvo una magnitud de nivel 6 en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares. Fue extremadamente grave.
- Fallaron los sistemas de refrigeración de los desechos nucleares.
- La radiación llegó a más de 10 mil kilómetros cuadrados.
- Se estima que fallecieron unas 8000 personas como consecuencia de la radiación.
La información empezaría a desclasificarse a partir de la década de los 90. No obstante, aquel desastre ya era conocido por muchas personas, y por las victimas que aún arrastraban los terribles efectos y de las cuales, lamentablemente, no sabemos demasiado...