Los nombres de Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir brillan por sí solos, pero juntos fueron una pareja inigualable en el mundo de los pensadores franceses del siglo XX. Sartre, el existencialista, y Beauvoir, unas de las pensadoras más importantes del feminismo del siglo (el cual podrás apreciar en estas Frases de Simone de Beauvoir), revolucionaron los esquemas de pensamiento del siglo XX con sus libros, pero también la manera de concebir las relaciones de parejas con su vivo ejemplo, hasta llegar a ser, según palabras de Claudine Monteil, «como estrellas de cine» dentro del mundo francés.
¿Por qué? Porque fue una relación que hizo mucho escándalo. Se conocieron a eso de la década de los 20, en París, cuando los dos concursaron en el École Normale Supérieure (Escuela Normal Superior), obteniendo Sartre la segunda nota más alta del instituto, y Beauvoir la primera (algo completamente revolucionario en la Francia de los años 20, donde las mujeres no tenían una posición consolidada como intelectuales). Desde entonces estuvieron juntos, sin saber que años después se convertirían la pareja intelectual más importante del siglo XX, no solo en Francia, sino en toda Europa. En Supercurioso te contamos su historia, y te invitamos además a conocer estas Frases de Sartre.
El trascendental amor entre Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir
Pero, ¿por qué fueron tan importantes? Para empezar, por lo irreverentes. Pese a que estuvieron juntos la mayor parte de su vida, Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir nunca se casaron, lo que es una cuestión realmente escandalosa para la época en la que vivieron. Además, por si fuera poco, Sartre y Beauvoir, Beauvoir y Sartre, mantuvieron una relación abierta que fue conocida en toda Francia, y durante el tiempo que estuvieron juntos (casi toda su vida, insistimos), mantuvieron cada uno diversos amantes, que en varios casos incluso compartieron.
Tal vez por ello fueron la comidilla de la prensa francesa de farándula muchas veces, pero también coparon los titulares de columnas intelectuales y las estanterías de las librerías con sus múltiples publicaciones. Sartre, primero como literato, dramaturgo y, finalmente, ya después de la Segunda Guerra Mundial, como pensador consagrado con su obra El ser y la nada, un gran tomo que desarrolló sobre el existencialismo; Simone de Beauvoir, con sus libros sobre el feminismo y múltiples novelas, como La Invitada, La sangre de los otros o Todos los hombres son mortales. Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir fueron, sin duda, la pareja que más dio de qué hablar en la Europa del siglo pasado.
Fue una relación de cafetines, sobre todo. Sartre y Beauvoir, pese a que convivieron mucho juntos, nunca vivieron en la misma casa, más que durante ocasiones como enfermedades, en las que uno se quedaba a cuidar del otro. Tuvieron una relación turbulenta, rodeada de amantes y largos ratos en los que se separaban, pero siempre para volver a estar juntos, hasta el final, cada uno como el primer y principal amor del otro, en un eterno retorno que los llevaba una y otra vez de nuevo a encontrarse en sus brazos.
Cada uno, por eso mismo, fue la oveja negra de su familia. Ninguno llegó a tener hijos, pero juntos fueron acusados de seducir a las jóvenes parisinas, las cuales «corrompían» con su sexualidad. Y es que Sartre y Beauvoir no tenían pudor a la hora de hablar de sexualidad, de experimentar, mostrar y, hasta cierto punto, sí, corromper. Pero también era una época en la que todo París parecía querer girar en torno a ellos, ya fuera para aplaudirlos o apabullarlos. Sus amores fueron creciendo a medida que también lo hacía su carrera literaria.
Quizá el lapso de tiempo más largo que pasaron separados fue durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los alemanes ocuparon Francia y Sartre, que se negó a dejar la ciudad, fue hecho prisionero de los alemanes. Fue en esa época cuando Sartre empezó a escribir El Ser y la Nada, pero también fue la época en la que más cartas le escribiría al castor (como llamaba a Beauvoir, por la similitud de su apellido con Beaver, castor en inglés). Luego de eso, claro que hubo otras separaciones, y probablemente más turbulentas que aquella, pero siempre más breves, con reencuentros furtivos o eternos.
Sartre llegó a ser nombrado Premio Nobel de literatura, pero este mismo rechazó el premio por considerarlo inmerecido. La carrera literaria y académica de Beauvoir también llegó lejos, llegando a convertirse en una de las autoras más importantes del feminismo, así como en la literatura y, sin duda alguna, destacando en el resto de sus ensayos, que la llevaron a hacer giras por toda Europa y Estados Unidos. Todo esto junto convirtió a Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir en una de las parejas más resaltantes del siglo XX francés, en primer lugar en lo académico, pero también en lo sentimental.